Lágrimas bajo los palos
El portero del Roma, Julio Sergio, llora en la portería tras haberse torcido el tobillo y no ser autorizado a abandonar el campo por estar agotados los cambios
Lágrimas de rabia y dolor. El portero del Roma, Julio Sergio, acabó llorando bajo su portería el partido de Liga que su equipo disputó ayer contra el Brescia. A falta de más de cinco minutos para la conclusión del encuentro, el guardameta realizó una salida en la que arrolló a un atacante y acabó torciéndose el tobillo derecho. La mala fortuna quiso que su entrenador, Claudio Ranieri, ya hubiera realizado todos los cambios y que, además, su equipo estuviera jugando con diez por la expulsión de Philipe Mexes. El portero brasileño tuvo que aguardar al final del partido con un dolor insoportable que hacía que se le saltaran las lágrimas.
Toda la prensa italiana recoge hoy la fotografía del guardameta llorando de dolor e impotencia, apoyado en los postes de la portería, mientras se jugaban los últimos minutos de un encuentro en el que el Roma acabó perdiendo 2-1 contra el Brescia.
El portero tuvo que abandonar el campo apoyado en los masajistas del club puesto que no podía utilizar su pie derecho en el que sufría "un dolor insoportable". Todo apunta a que Julio Sergio estará fuera de los terrenos de juego al menos dos semanas, aunque se cree que la gravedad de la torcedura le obligará a estar más días de baja de los habituales para este tipo de lesión.
Malas noticias para un Roma en plena crisis, con tan solo dos puntos en el campeonato, y que en la próxima jornada se enfrenta al Inter de Milán, líder de la Serie A italiana. Además, Ranieri no podrá contar con Julio Sergio para el partido de Liga de Campenes que enfrentará a la Roma contra el Cluj rumano el próximo martes.
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