El Villarreal gana andando
Dos goles de Nilmar tumban a un Levante de buena voluntad y nulo juego
El Villarreal rompió un tópico muy manido en el fútbol: corriendo menos que el adversario es difícil ganar. Pero, al parecer, no imposible. Desmontó la teoría el conjunto castellonense al vencer andando a un Levante de buena voluntad y nulas formas. Decidió la calidad, sobrada en el Villarreal, al que le bastaron un par de precisas combinaciones para desmontar el frágil andamiaje azulgrana. Nilmar, asistido por Cazorla y Rossi, definió por dos veces con sutileza al encontrarse solo ante Munúa. En la primera elevó el esférico ante el portero uruguayo; en la segunda ajustó su remate al poste. En ambos goles el balón entró lentamente. Como se despliega habitualmente el Villarreal. El gol de Caicedo llegó demasiado tarde para el Levante.
Levante 1 - Villarreal 2
Levante: Munua, Javi Venta, Ballesteros, Héctor Rodas (Nano, m.49), Del Horno, Pallardó (Sergio, m.52), Xavi Torres, Valdo (Caicedo, m.66), Rubén, Juanlu y Rafa Jordá.
Villarreal: Diego López, Ángel, Musacchio, Marchena, Capdevila, Bruno, Marcos Senna, Cazorla (Ruben, m.79), Borja Valero, Rossi (Catalá, m.85) y Nilmar (Jefferson Montero, m.81).
Goles: 0-1,m.16: Nilmar. 0-2,m.43: Nilmar. 1-2,m.89: Caicedo.
Árbitro: Rubinos Pérez (comité madrileño). Amonestó por el Levante a Rubén Suárez, Caicedo y Juanlu y por el Villarreal a Nilmar.
Incidencias: partido disputado en el estadio Ciutat de València ante 11.500 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.
Bien organizado en defensa, el Levante se defendía con comodidad ante el despliegue lento y sosegado del Villarreal. El problema para el conjunto azulgrana es que no supo manejar el inicio de encuentro, sin saber si atacar o esperar al rival. En la indefinición, sacó provecho el equipo amarillo. Cazorla interpretó a la perfección el desmarque de Nilmar por detrás de los centrales. El centrocampista asturiano midió el envío y Nilmar elevó el esférico ante la salida desesperada de Munúa. Una aproximación, un gol.
El Villarreal, intentando anestesiar el partido, casi se duerme. Invitado por la siesta amarilla, el Levante, con ánimo, sin criterio y a tropezones, arrinconó al equipo castellonense en su área. Si en los dos encuentros anteriores el grupo de Luis García pecó de inexperto e indolente, ante el Villarreal mejoró en actitud. Pero sin calidad. Sentenció Nilmar otra vez ganando la espalda a los defensas, incapaces de sujetar al brasileño y de interceptar el excelente servicio de Rossi, el más vivo del Villarreal. Los azulgranas entendieron que en el inicio de la jugada hubo mano de Ángel, buscando en la protesta justificar lo amplio y quizá inmerecido del marcador. Una segunda ocasión, un segundo gol para el Villarreal.
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