El Kun destruye al Athletic
El equipo de Caparrós nunca pudo parar al argentino, que acabó lesionado, ni a Forlán
Teóricamente, o tópicamente, el Athletic es tan previsible como imprevisible el Atlético. Mentira. El Athletic depende tanto de la chistera de Llorente como el Atlético de la de Agüero , sobre todo si en la partida a ciegas interviene un tal Diego Forlán que siempre encuentra oro a su alrededor a poquito que mueva el cedazo. Al Athletic le cuesta más, pero, más o menos, transita por el mismo camino: a ser posible el más corto. El Atlético lo encontró en un eslalom del Kun, clásico, sin engañar a nadie para quitarse de en medio a dos defensas y dejar el balón para que alguien lo empuje. Y fue Forlán, tras un taconazo, el señalado, el elegido, porque no en vano era el séptimo gol que le hace al Athletic. Ya más que un mérito parece un hábito.
Athletic 1 - Atlético 2
Athletic: Iraizoz; Iraola, San José, Amorebieta, Aurtenetxe; Susaeta, Gurpegui (Iturraspe, m. 55), Javi Martínez, Gabilondo (De Marcos, m. 62); Toquero (Muniain, m. 40) y Llorente. No utilizados: Raúl; Ustaritz, David López y Orbaiz.
Atlético: De Gea; Perea, Godín, Domínguez, Antonio López; Reyes (Tiago, m. 77), Assunção, Raúl García (Mario Suárez, m. 82), Simão; Forlán y Agüero (Diego Costa, m. 58). No utilizados: Joel; Valera. Filipe Luis y Camacho.
Goles: 0-1. M. 11. Forlán. 0-2. M. 80. Tiago. 1-2. M. 88. Llorente.
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Toquero, Amorebieta, Gurpegui, Iturraspe, Agüero, Godín, Raúl García, Suárez y Costa.
Unos 40.000 espectadores en San Mamés.
El Athletic ha apostado por incrementar su esfuerzo físico apoyando un centro del campo con más músculo y más pulmón, juntando a Gurpegui y Javi Martínez como una barrera infranqueable, una especie de tirachinas desde donde partan las pedradas del equipo.
El Athletic ha apostado por el músculo, a cambio de la inteligencia. Tipos como Orbaiz, Muniaín, están ocupando papeles secundarios, partiendo del banquillo si las circunstancias lo exigen. A Muniaín le tocó por una lesión muscular de Toquero que pone en duda su asombrosa recuperación. Gabilondo, otro tocado muscularmente, también dejó su sitio el principio de la segunda mitad a De Marcos. Decisiones apresuradas que no alteran el producto.
El Atlético se empeñó en su estilo hasta que Forlán consiguió el gol. Luego se mimetizó con el Athletic y aceptó la pelea que le proponía el equipo de Caparrós. Asumía, en definitiva, con Assunçao y Raúl García, que ahí no iba a ceder, que iba a aguantar la presión y que dejaba a los estilistas (Reyes, Agüero y Forlán) momentos singulares, escasos, estelares.
Sin Agüero se quedaron demasiado pronto por un esguince en la rodilla izquierda, en una jugada que pareció penalti, y fue falta, y que pudo ser tarjeta roja para el jugador navarro y que fue amarilla. En ese intercambio de juego y de emociones, bastante vacío de contenido, de imaginación, de salvedades, de esas cosas impresionantes que hacen del fútbol un espectáculo, el Athletic fue incapaz de proponer alguna alternativa. Un remate de Toquero, a lo adivino (no confundir con lo divino), fue su único bagaje. Centros y más centros, hubo muchos, lo que siempre levanta al público de los asientos. Lo malo es que si no son buenos no levantan a los centrales del césped.
El Atlético, sin el Kun, un tanto acomodado al sacrificio, decidió que era momento de resistir, de soportar una victoria ocasional en espera de que Forlán descubriera sus pasillos y encontrara las llaves de la portería de Iraizoz.
La balanza era el sufrimiento. Quien mejor lo gestionara, ganando o perdiendo, compraba muchos boletos. Y el Atlético tuvo una virtud: que en la pelea no perdió la calma. Cuando más sufría por el achuche rojiblanco, siempre pensaba en Forlán y su actitud de fe acabó encontrando un contragolpe conducido por Diego Costa, semiresuelto por Simao y concluido por Tiago. Lo curioso del gol es que el Athletic solo tenía dos defensores para frenar el contragolpe. Algo falla en ese concurso muscular.
El Athletic hizo un gol tardío a través de Llorente. Fue la anécdota, la poca emoción, la guindilla de un partido más grueso que salado. Carne y pescado. Ni carne ni pescado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Vídeo |Inteligencia Artificial, ¿una nueva era de vigilancia masiva?
La exjefa de gabinete de Pradas declara a la jueza que el día antes de la dana ya se hablaba de “mensajes masivos”
Las enfermeras que grabaron y denunciaron por violación a un cirujano en un quirófano de Murcia: “Esos movimientos no eran normales”
Laporta carga contra el Real Madrid: “Tienen un bodrio de televisión en el que vomitan mentiras e intoxican”
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- Eduardo Casanova anuncia que tiene VIH: “Hoy rompo este silencio tan doloroso”
- La asociación mayoritaria de guardias civiles no está de acuerdo con la DGT en sustituir los triángulos por la baliza V16





























































