España y Holanda, multadas por el excesivo número de tarjetas en la final

Cuando casi se cumple un mes de que el Mundial de Sudáfrica echara el cierre es momento de balances. Hoy se ha sabido que España y Holanda deberán pagar por el partido excesivamente tosco para la FIFA que se vio en la final del pasado día 11 de julio en el Soccer City de Johannesburgo. El encuentro que coronó a España como campeona del Mundo pasará también a la historia por ser la final en la que se mostraron más tarjetas amarillas, al superar las seis que se vieron en el último partido del Mundial de México 86, que enfrentó a Argentina y Alemania (3-2).

La Federación holandesa tendrá que hacer frente, por tanto, a una sanción de casi 11.000 euros, ya que ocho de sus jugadores fueron amonestados por el árbitro del encuentro, el colegiado inglés Howard Webb, muy atareado durante la final: Van Persie, Van Bommel, De Jong, Van Bronckhorst, Robben, Van der Wiel y Mathijsen vieron una tarjeta amarilla, mientras que John Heitinga fue expulsado por doble amonestación.

El reglamento disciplinario de la FIFA establece como mala conducta de un equipo cuando al menos cinco de sus jugadores son amonestados por el colegiado. Por ello, la Federación Española tendrá que abonar 7.300 euros por las tarjetas que vieron Puyol, Sergio Ramos, Capdevila, Iniesta y Xavi.

Por otra parte, también se ha conocido hoy un dato positivo para la organización. Ninguna de las 552 muestras de orina que se recogieron durante los días previos al Mundial y tras los partidos han dado positivo. El médico jefe de la FIFA, Jiri Dvorak, ha agradecido la colaboración de todas las selecciones que han visto cómo se duplicaban los controles respecto al Mundial de Alemania 2006 y han colaborado, tanto en las ocho visitas sorpresa que los técnicos realizaron a los hoteles de concentración, como en los controles aleatorios que se realizaban a dos jugadores elegidos por sorteo al finalizar los partidos.