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"A la tercera va la vencida, pero ojo con Xavi, Iniesta..."

Los seguidores holandeses se preparan para ver la final con un solo temor, que el centro del campo de la selección española funcione bien esta noche

Ámsterdam ha amanecido muy tranquila. Los quioscos hoy cierran, no hay prensa los domingos en Holanda y sólo los bares, las tiendas de recuerdos y los puestos del mercado de las flores abren sus puertas. La gente pasea junto a los canales, se para a tomar un café o un té, se saluda. Podría ser un domingo más si no fuera porque la mitad de la gente que camina por la calle o que se sienta en las terrazas a tomar el sol viste de naranja. Da igual que sea una camiseta de la selección oranje o no, la cuestión es el color. Holanda está a un paso de conseguir por fin ser campeona del mundo de fútbol tras dos derrotas en los años 70 y la frase más escuchada en sus calles es el típico "a la tercera va la vencida".

La euforia naranja se adivina por la vestimenta y por las sonrisas, por los amables saludos entre desconocidos, los brindis con cervezas a las 11 de la mañana, por los niños con las camisetas de Robben y Kuyt que juegan con una pelota de parches negros y blancos (no es el Jabulani) junto a la Oude Kerk, la iglesia más antigua de Ámsterdam (construida en el siglo XIII), por lo poco que creen en los vaticinios del pulpo Paul, "es un invento alemán, siempre ponen un mejillón podrido y lo manipulan", repiten sin cesar. Pero pese a la euforia, cuando hablan, la cautela es lo que predomina entre los seguidores holandeses. Y en especial cuando salen los nombres de Xavi e Iniesta, los centrocampistas de España.

"Mi mujer me quiere mucho", asegura casi con lágrimas en los ojos Hans, de 45 años, un holandés que vive en Dinamarca y que "supuestamente" está de vacaciones en Grecia con su esposa e hijos. "Ayer estaba en una playa de Grecia y mi mujer me animó a venir a Holanda a ver la final, eso es amor, ¿eh?". Hans no sólo está aquí gracias a su mujer. El principal motivo de animarse a volar tantos kilómetros es poder ver el partido en su casa de Rotterdam junto a su padre, de 85 años. "Él vivió plenamente las dos finales del 74 y el 78. Quiero estar con él en un momento histórico, hasta se ha comprado un televisor de pantalla plana enorme". Pero Hans es cauto, "con jugadores como Iniesta o Xavi hay que serlo. Va a haber una lucha muy dura en el centro del campo, y quien se imponga ahí, ganará".

El centrocampista oranje Wesley Sneijder está siendo el jugador más destacado de su selección en el Mundial, pero en Holanda todo el mundo repite de forma constante que gran parte de las posibilidades de su equipo pasan por el estado de gracia del ex madridista Arjen Robben. Srain es un jardinero de 30 años que, aunque no conoce ningún nombre de los jugadores de la selección española, cree que la final de esta noche va a estar "muy igualada". Su favorita es Holanda, pero cree que "España es dura como una roca y nosotros dependemos mucho de Robben".

Los bares y cervecerías de Ámsterdam se van a llenar esta tarde con seguidores de Holanda. Muchos lo van a ver en casa, en familia o con amigos y "unas cuantas cervezas", como Eric, un trabajador social de 49 años que está "muy confiado" en la victoria de su selección "aunque en toda la prensa internacional y en las casas de apuestas la favorita es España". "Eso es bueno para nosotros", comenta mientras se monta en su bicicleta. Al igual que muchos otros seguidores, repite una y otra vez que el peligro español está "en su centro del campo y lo bien que juegan. Lo decía anoche Ronald Koeman en la televisión, uno a uno, los españoles son superiores".

En la explanada de los Museos, donde, entre otros, está el Van Gogh Museum, acudirán hoy decenas de miles de personas. El Ayuntamiento calcula entre 80.000 y 100.000 hinchas, todos vestidos de naranja. Desde el centro o en tranvía los asistentes se dirigen al lugar como quien va a la playa, con sombrillas, toallas, en bermudas, algún paraguas por si llega otra tormenta veraniega como la que ocurrió el sábado por la noche. Cristian, de 18 años y vestido con la obligada camiseta oranje camina por la Leidsestraat con una decena de amigos. Uno lleva las cervezas en una nevera portátil, otro la comida y él parece el más feliz de todos. Cristian ha vivido toda la vida en Holanda, pero sus padres son españoles, de Málaga. "Sea quien sea el campeón, hoy gano yo siempre, es un día muy especial. Mi favorita es España, por el centro del campo que tiene. A Holanda le va a costar pararles". Sus amigos le dan palmadas en la espalda, pero creen que España no tiene ninguna posibilidad: "¡Somos superiores, hemos ganado todos los partidos!".

Entre tanto seguidor de Holanda hay muchos turistas que también se apuntan al carro holandés. Y los hay que vienen desde fuera sólo para ver la final. Es el caso de Jan, de 53 años, "medio inglés, medio holandés", que ha venido a Ámsterdam con sus amigos desde un pueblo del norte de Inglaterra. "Vamos con Holanda, porque en Inglaterra no hay buen fútbol y aquí sí. Además, tardamos menos en venir aquí que en ir a Londres a verlo con ambiente". Aunque su hotel está al lado, ellos no irán a la explanada, "allí no se puede beber cerveza a gusto, buscaremos un buen bar para disfrutar, va a ser un partido muy muy igualado, pero nuestro amigo es de origen holandés, vamos con Holanda".

"A la tercera va la vencida, pero ojo con Xavi, Iniesta... bueno, pase lo que pase, gana el fútbol", dice Hans, que vive tanto este Mundial que se ha hecho una colección con recortes de toda la prensa europea sobre la final. "Y mañana, sea cual sea el resultado, haré otro, lo enmarcaré y lo colgaré en casa. Aunque perdamos. Bueno, primero volveré a Grecia, con mi mujer, que me ha dejado estar aquí hoy, y me quiere mucho...".

Eric y Hans, dos seguidores de la selección holandesa que confían en Holanda pero temen "a Xavi".
Eric y Hans, dos seguidores de la selección holandesa que confían en Holanda pero temen "a Xavi".ÁLVARO PÉREZ
Un grupo de seguidores de la <i>oranje</i>, en su camino hacia la explanda de los Museos, donde se llegan a reunir 80.000 hinchas holandeses.
Un grupo de seguidores de la oranje, en su camino hacia la explanda de los Museos, donde se llegan a reunir 80.000 hinchas holandeses.Á.P.

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