'Hat trick' de Lorenzo

Como un jugador de fútbol a quien le regalan el balón del partido con el que ha logrado tres goles en el mismo encuentro, a Jorge Lorenzo le lanzaron nada más llegar al corralito en el que descansan las motos cuyos pilotos suben al podio un ejemplar del ya famoso Jabulani. El balón oficial del Mundial de Sudáfrica fue pasando de mano en mano para que fueran firmándoselo todos los componentes de su equipo. Con la victoria en Assen el mallorquín entra en el reducido grupo de pilotos que ha ganado en las tres categorías diferentes del mundial de motociclismo.

Lo consiguió con otra carrera brillante. Incontestable el de Yamaha, desde la pole, marcando los mejores cronos todo el fin de semana. Firmó una carrera inmejorable. Y más valorada si cabe de la que consiguió en Silverstone, porque este fin de semana sí tuvo rivales, a pesar de que éstos nunca le pusieran en un serio compromiso. Ésta es la primera carrera del año en la que los mejores se sitúan en cabeza. Tras una salida perfecta Pedrosa corrigió su mala clasificación y pronto, superó a Spies para colocarse segundo. Algo parecido hizo Stoner, que había perdido una posición en la salida. Y ambos trataron de engancharse al líder.

Lorenzo, muy espartano él, como el logotipo de su casco, aguantó fiero. Y siempre rodó unas décimas más rápido que ambos. Lo que le permitió, muy poco a poco, echando mano de la paciencia con la que ha aprendido a convivir, ir abriendo una ligera pero tranquilizadora distancia. Gracias seguramente a su elección de calzarse el neumático duro (Pedrosa y Stoner llevaban el blando), el piloto de Yamaha ganó algunos segundos más cuando llegó al ecuador de la prueba. Rodaba unas cuatro décimas de media más rápido que la Honda y la Ducati hasta obtener más de tres segundos de ventaja. Tras él no se movía nada. Ni Pedrosa lograba cazarle. Ni Stoner era capaz alcanzar al catalán. A pesar de que rodaron muy juntitos toda la carrera.

De modo que así terminó la prueba, la primera en la que Stoner, campeón en 2007, se sube al podio; la carrera en la que Pedrosa vuelve a asomar por la clasificación para decirle a Lorenzo que no siempre lo tendrá tan fácil; la carrera en la que éste último, en su tercer año en MotoGP, iguala el número de victorias, nueve, que ha logrado aquél en sus cinco años en la categoría reina. Algo de picante al menos para un Mundial demasiado lorencista para ser tan temprano.