El espectáculo continúa
Lorenzo lidera la tabla de tiempos en Silverstone, adonde las motos vuelven 23 años después
El Mundial sin Valentino Rossi ha arrancado. El espectáculo continúa. Con El Doctor de reposo en casa, tras el accidente que sufrió en Mugello, y su Yamaha M1 expuesta en el taller del equipo como una reliquia, la reliquia que es, por otro lado. Claro que, como la montura no puede correr sola y al nueve veces campeón del mundo no le buscarán sustituto hasta el próximo GP de Cataluña (el 4 de julio), los rivales con más papeletas para sucederle en el trono se han puesto las pilas. El primero, Jorge Lorenzo, su compañero de equipo, que trata de demostrar que la presión no podrá con él. Se sabe el favorito, pero se desprende de etiquetas que cree que no le harán ningún bien: "Nunca tuve prisa en alcanzar el mundial. Claro que antes Valentino era el gran favorito y ya no lo es; ahora yo soy el segundo favorito, por detrás de Stoner, que no olvidemos que ya ha sido campeón del mundo".
Y así, a su ritmo, marcándose él mismo cómo y cuándo, este viernes ha vuelto a ser el más rápido, en los primeros entrenamientos libres en Silverstone, un circuito que no acogía el Mundial de Motociclismo desde hace 23 años. "Ya no me acordaba de lo que se siente al empezar en una pista nueva", concede cuando analiza sus primeras vueltas en el trazado inglés. Ha sido el único piloto capaz de bajar el crono de 2m 06s. Y cree que le queda un amplio margen de mejora: "Todavía no hemos entendido muy bien el circuito... Creo que podemos bajar nuestros tiempos entre un segundo y medio y dos segundos", señala.
Y parece convencido. La lluvia empezó a caer a falta de tres minutos para que el crono agotara los primeros minutos de rodaje. Lorenzo lideraba la tabla de tiempos. Todos regresaban a sus respectivos talleres. Y él pidió permiso para agotar esos escasos minutos ensayando algunas salidas. Ni hablar, le respondió Ramón Forcada, su jefe de mecánicos, que no quiso que el piloto arriesgara innecesariamente. Y el mallorquín se retiró. Convencido. Pese al desconocimiento del circuito -"tiene alguna frenada que no es fácil, porque no hay ninguna referencia visual, además está muy bacheado"-; pese a la amenaza de lluvia, que ayer cayó con fuerza, -"prefiero la carrera en seco, aunque en lluvia creo que también puedo ir rápido; hay más riesgo de caída, pero..."-; y pese a sentirse en centro de todas las miradas -"en Mugello yo quería acabar la carrera por encima de todo, no quería caerme. Tuve este sentimiento más que en ningún otro circuito. Ahora he cambiado de mentalidad. Y estoy más concentrado en mejorar"-.
El segundo clasificado del Mundial, Dani Pedrosa, coincidió en la dificultad de ser rápido en un trazado desconocido: "No se va al máximo. Es imposible, porque no conoces la pista. Cuando llegas a un circuito que conoces, los límites los pone la moto. Aquí, no." Aun así, el catalán se mostró confiado. "El punto débil de nuestra moto es que en cada circuito tenemos que buscar la puesta a punto más adecuada, diferente a la anterior". En Silverstone no ha sido el caso. La Honda ha partido con las mismas referencias que en Mugello, donde Pedrosa se alzó con la victoria. Obvio, por otro lado: al tratarse de un circuito nuevo, era ridículo hacer cambios. Aun así, el catalán, que terminó sexto a un segundo y medio de Lorenzo, no se marchó del todo descontento: "Normalmente, las Honda no están tan arriba en la clasificación el primer día", afirmó. Su compañero de equipo, Dovizioso, fue tercero a sólo tres décimas del primer clasificado y dos por detrás de Stoner, en segundo lugar.
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