La Real tendrá que esperar
Los guipuzcoanos saborean el ascenso tras ganar 1-3 en Cádiz aunque la victoria del Betis impide su ascenso matemático
La Real Sociedad está casi en Primera. Con su inapelable victoria en Cádiz (1-3) , el club guipuzcoano saborea el ascenso. Eso sí, tras la victoria del Betis ante el Numancia (2-0) en el Ruiz de Lopera - la derrota sevillana le hubiese dado el ascenso esta noche-, tendrá que esperar.
Por Cádiz pasó una Real apabullante. Lo demostró pocos minutos después de empezar el encuentro. A pesar de que los gaditanos se siguen jugando la vida, y ahora quedan heridos de muerte, el líder de la categoría marcó las diferencias desde el minuto 13. Fue con el primero de los tres goles del uruguayo Carlos Bueno, en su mejor tarde desde que llegó del Peñarol de Montevideo. Desde entonces, coser y cantar.
Con el viento a favor que representa acariciar el ascenso después de tres años de turbulencias deportivas y económicas, la Real apretó el acelerador siempre que quiso. Así se sucedieron los goles a partir del descanso (minutos 50 y 60). Carlos Bueno, que ha demostrado un rendimiento irregular, tapó la boca de quienes siempre le pedían más. Nunca olvidará su tarde de gloria de Cádiz. Y Martín Lasarte, tampoco. En el inicio de su carrera como técnico en España, después de sus años de jugador en el Deportivo, este fornido defensa se ha colocado una merecida medalla. Anoeta ya tiene a su ídolo. Le ocurrirá como a Andoni Elizondo, aquel mítico técnico guipuzcoano que condujo desde el banquillo el anterior ascenso de la Real, hace ahora 43 años, en Puertollano.
El partido acabó en festín blanquiazul. El gol de Ogbeche para los locales apenas supuso una anécdota con el desenlace ya cantado. Llega así el premio a una apuesta decidida por ensamblar un equipo basado en la cantera. Como también ocurrió en el último regreso a Primera. Es decir, la antítesis de esas erráticas apuestas de temporadas nefastas en Primera con un carrusel interminable de fichajes de variopintas nacionalidades, sin otro resultado práctico que contribuir a la quiebra económica de la entidad.
Con la actual directiva de Jokin Aperribay ha vuelto la sensatez, ayudada por la urgencia económica de una tesorería rozando la quiebra técnica, a la que ha vuelto a ayudar la ley concursal de sociedades anónimas. Si se consuma definitivamente el ascenso en este fin de semana, e incluso en el próximo, la pesadilla de estos tres últimos años quedará como un mal sueño, pero con la lección aprendida.
Ayer, después de las dudas sembradas en el partido contra el Villarreal B, que la Real sacó a flote con tenacidad y suerte a partes iguales, nada fue igual. El equipo de Lasarte se sintió poderoso, confiado en sus credenciales de equipo suficientemente preparado para retornar a Primera.
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