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Entrevista:Marat Safin

"Lo más duro es estar solo"

Marat Safin (Moscú, Rusia, 1980), ex número uno, aparece por la Philippe Chatrier igual que si fuera un imán: hoy vicepresidente de la Federación rusa y miembro del Comité Olímpico de su país, atrae a todas las miradas mientras atiende a este diario.

Pregunta. ¿Quién puede ganar a Rafael Nadal en Roland Garros?

Respuesta. Muy complicado. Todo el mundo sabe que es casi misión imposible. Sólo se le puede ganar en las primeras rondas. Cuando llega a cuartos o semifinales es imposible. Ahí, es una máquina. Así que bueno...¡que corran! ¡que sufran! ¡que lo intenten por lo menos!

P. ¿Está usted contento de no ser ya el que corre y el que sufre?

R. Es diferente. Ahora tengo otro estrés. Sí tengo tiempo para pensar, para relajarme, para hablar y no estar solo. En la pista estás solo. Eso es lo más duro. Estás todo el año fuera, con tu equipo, pero da igual, porque estás solo al fin y al cabo. Es complicado.

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P. Ganó usted dos grandes y dos Copas Davis, pero dejó la sensación de haber podido dar mucho más ¿Qué hubiera pasado si usted se hubiera cuidado más o si hubiera jugado menos?

P. Tuve mala suerte. Me lesionaba mucho. Jugaba un año y me lesionaba al siguiente. Cogí el número uno en Miami 2001. La ATP me obligó a jugar porque si no no cogía los bonus (dinero por participación de los top 10 en los masters). Tenía 20 años. Era un millón y medio de dólares. Un masters sin jugar, pierdo el 30%. Dos, el 60%. Tres, no tengo dinero. Para mi era mucho dinero, porque no sabes lo que pasará en el futuro. Quien lea esto dirá: '¡Qué pesetero es!'. Pues no. ¡No soy pesetero en ningún momento! Pero tenía 20 años, salía de no tener nada y no podía decir que no. Y el que lo diga, es un hipócrita. '¿No cojo el dinero porque la salud es más importante?' Es verdad, pero que la gente se ponga en mi sitio y que no tomen esa decisión. Lo quiero ver. Serían unos hipócritas.

P. ¿Cómo es el Marat persona?

R. La gente se equivoca mucho conmigo. Mucho. Una persona hablando es otra (que jugando). Es imposible. Que la gente no justifique el libro por la portada. Opinan sin conocer a la persona.

P. Dicen las tenistas rusas que su madre era muy dura como entrenadora.

R. Exigía mucho. Igual era la única manera. Dementieva tiene una carrera espectacular, Myskina buena, mi hermana (Dinara, ex número uno), yo...quizás a veces se pasaba, pero dio resultado. Me pegaba alguna que otra vez para ponerme en forma, pero es normal. Es difícil separar cuando estás entrenando de cuando estás en casa, poner una frontera. Convives 24 horas al día, es tu entrenador, tu madre. Es difícil. Y te cansas de esa persona: ella de mí, yo de ella.

P. Su amigo Davydenko ganó la Copa de Maestros 2009 y vino a decir: "Voy a celebrarlo con mi mujer. Yo no soy Safin. ¡Él se acostaría con tres tías!"

R. Pues gracias por la publicidad. Creo que a él también le gustaría hacer eso. ¡Hay que celebrar! ¡Que se traiga a su mujer!

P. "Los españoles trabajan. Los rusos disfrutamos de la vida".

R. Nunca dije eso. El boom que creó España en los últimos años, con todo, la moda, el diseño, el turismo, la construcción, la compra de casas...ahora en todos los negocios, en las primeras plazas, están los españoles. Ganaron la Eurocopa. ¡Mire a Telefónica, que cubrió toda América del Sur! Los españoles tienen equilibrio: saben trabajar y disfrutar. Los rusos tenemos otro equilibrio, pero más extremo: ¡trabajamos más y disfrutamos más!

P. ¿Por qué triunfan los tenistas españoles?

R. Porque son muy trabajadores. Los entrenadores aprendieron mucho los últimos años, se abrieron al mundo, se están mostrando. Antes, jugaban todos parecidos: eran de tierra cerrados, y ciao. No subían nunca a la red, y se acabó. Segundo saque todo el partido. ¡Ahora no! Ahora dominan el deporte: Nadal, Ferrero, Ferrer, Verdasco, Montañés, López...y continuamos. Son trabajadores, se relacionan, aprenden porque se comunican. Les gusta mejorar.

P. ¿Por eso fue usted a entrenarse a Valencia?

R. La cosa estaba muy mal (en Rusia). Quería entrenarme, trabajar. Ahora a los chicos rusos les falta tiempo para todo: están todo el rato en el tráfico, les es todo muy complicado, hay que hacérselo más fácil. ¡El país es muy grande! Hay hasta nueve horas de vuelo. Puedes buscar todos los talentos que quieras. Y ese es mi trabajo.

P. ¿Qué se le perdió a usted intentando escalar el Himalaya?

R. Fue un momento de mi vida en el que quería parar. La cosa iba a algún lado, pero yo no sabía a dónde. No es que quisiera meditar, escuchar a Buda y estar tranquilo. No. Mis amigos iban al Himalaya y yo quería ir con ellos. Les dije: 'Yo no molesto, me voy al lado con mi mochilita, y ciao'. Estuve ahí unas semanas tranquilo para cambiar de aires. No me quería ir al lado del mar, a ponerme debajo de una palmera. Quería algo diferente, una nueva experiencia. ¿Por qué no? Nunca había estado en Nepal, en el Tíbet. Bonito, bonito.

P. ¿Le ha costado mucho sustituir la adrenalina de la competición?

R. Yo no tengo problema: ya me encontré. Me gusta lo que hago. Me encanta. Puedo crear, hago cosas por los niños de la federación y, en serio, me gusta. Tenía miedo de quedarme mucho tiempo sin trabajo tras retirarme. Trabajo para el Gobierno, digamos. No es un puesto de llevar papeles de un lado a otro. Tengo que tomar decisiones, que es lo que a mi me gusta, comunicarme con gente de alto nivel. Tengo que rendir. No puedo ir a la oficina sin estar preparado, me tengo que cuidar, no puedo ir con ojeras. ¡Tengo que cuidarme!

P. Federer ha perdido 14 partidos de 21 contra Nadal. ¿Con eso se le puede considerar el mejor de todos los tiempos?

R. Es otro nivel. Federer tiene todas las cualidades. Uno como él aparece cada 100 años. Pasarán otros 100 hasta que aparezca otro Federer. No se le puede mejorar. Mi mente no me llega para pensar en otra persona que físicamente pueda jugar al mismo nivel.

P. ¿Siente que fue un genio desaprovechado?

R. No. Hay mucha gente que pudo ser mejor de lo que fueron. La gente habla, pero cuando sales a la pista no es tan fácil ganar. La experiencia que tuve yo fue increíble, los errores fueron muy buenos para aprender, me pasaron cosas buenas y malas...pero estoy aquí, contento de lo que soy. No puedo decir que estuvo mal mi carrera. Si hubiera llegado a algo más, quizás estaría jugando. Estoy orgulloso de lo que hago por el deporte. Para mí es más interesante que jugar.

Marat Safin, tras ganar la final del Masters series de Madrid, en 2004.
Marat Safin, tras ganar la final del Masters series de Madrid, en 2004.REUTERS

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