Victoria sufrida
El Caja Laboral certifica su paso a semifinales tras vencer a un Estudiantes muy luchador
El Caja Laboral ganó ayer al Estudiantes, pero sobre todo sufrió en un partido intensísimo en el que la suerte cambiaba de bando a cada minuto. La ansiedad de vencer entorpeció el juego de los vitorianos al punto de dejar que los de Luis Casimiro se pasaran casi todo el encuentro por delante en el marcador. La férrea defensa madrileña se convirtió en un grave lastre para los de Ivanovic durante la primera mitad del choque, que deparó sorpresas y no dejó prever quién sería el ganador prácticamente hasta el pitido final.
Los vitorianos abrieron fuego en el primer cuarto, pero ya no volvieron a reaccionar, salvo algún destello de San Emeterio, hasta después del descanso. Tres triples de Caner-Medley y German Gabriel combinados con la falta de acierto de los de equipo de Ivanovic se tradujeron en un marcador cada vez más desfavorable para los intereses del Caja Laboral. Desquiciados en defensa, los vitorianos chocaban una y otra vez en la zona interior contra la solidez de los madrileños. Sólo al final del primer cuarto se hizo un poco la luz y permitió al Caja Laboral acortar distancias (25-19).
Cinco puntos de Ribas dieron algo de oxígeno a los vitorianos que, pese a todo, no ejercitaban la paciencia y tiraban a la desesperada empujados por la contundencia defensiva del conjunto de Casimiro. Mientras, Popovic y Lofton se encargaban de engrosar una brecha que a esas alturas ya era de 10 puntos (28-38) y amenazaba con crecer sin parar.
Sin capacidad de tejer una estrategia de juego lo suficientemente precisa como para frenar a un motivadísimo Estudiantes, los vitorianos se dejaron ir hasta que Teletovic y San Emeterio decidieron entrar en el partido y acortar distancias a base de triples. Así, el marcador (46-44) se antojó asequible.
El partido fue duro y el desgaste se hacía cada vez más patente. El inicio del tercer cuarto deparó a los de Ivanovic un triple de Teletovic que puso por delante al Caja Laboral por segunda vez en todo el encuentro. El Estudiantes, sin soltar el cuchillo que llevaba entre los dientes, seguía haciendo mucho daño en la zona al rival, aunque Eliyahu y varias de sus bombitas lograron equilibrar las cosas (61-65).
Sin tiempo ni para respirar, el frenético ritmo del partido no dejaba espacio a los vitorianos para hacer aflorar su versatilidad.
Herrmann fue el encargado de tirar del carro al inicio del último cuarto, si bien Lofton y sus tres aciertos consecutivos desde la línea de los 6,25 fueron un duro golpe para el Caja Laboral, incómodo ante la movilidad entre pívots y aleros del Estudiantes. Así las cosas, con el marcador en 77-77, ambos equipos decidieron echar el resto en unos trepidantes minutos finales que colocaron al Caja Laboral, gracias a un triplazo de San Emeterio, por delante ante la amenaza de que el entregado Estudiantes lograr rascar una mínima ventaja. De hecho, con el marcador en 80-85, el Estudiantes metió un triple que, de no ser porque apenas restaban dos segundos para el pitido final, podría haber dado la vuelta al marcador.
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