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Clemente-Michel: enemigos íntimos

El Valladolid y el Getefe se enfrentan con la mirada puesta en el histórico desencuentro entre sus entrenadores.

El Valladolid se juega la vida de la permanencia. El Getafe, el premio de Europa. Los pucelanos encadenan cuatro partidos sin perder desde su cambio de técnico. Los getafenses no han ganado nunca en Zorrilla desde que están en Primera. Pero en un partido cargado de angustia y necesidad, de miedos e ilusiones, es inevitable fijarse en el duelo de banquillos. Dos personajes antagónicos. Dos caracteres irreconciliables. Clemente y Michel. La historia de un histórico desencuentro.

El 18 de noviembre de 1992, en el Sánchez Pizjuán de Sevilla, España se jugaba medio pase para el Mundial de Estados Unidos. El equipo español no pudo pasar del 0-0 con la República de Irlanda y Javier Clemente decidió que aquél había sido el último partido de Michel como internacional. A pesar del intenso debate nacional que suscitaba cada convocatoria del entonces seleccionador, los miembros de la Quinta del Buitre pasaron a ser unos proscritos en la era Clemente. A Sanchís no le convocó nunca. Para Butragueño el partido ante los irlandeses fue la primera y única convocatoria con el de Barakaldo y Martín Vázquez sólo volvió en una ocasión más, ante Letonia.

"A Michel le respeto profundamente. Míchel me encanta, y me gustará hasta que deje de jugar al fútbol, pero ahora mismo prefiero a Adolfo Aldana", se excusaba Clemente en abril de 1993.

Pero Míchel se quedó sin jugar el que hubiera sido su tercer Mundial, la Quinta desapareció para siempre de la selección y la siempre fría relación entre ambos entró en barrena hasta convertirse en "nefasta e inexistente" como la calificó ayer Clemente en la rueda prensa previa al partido.

"Hace cinco años escribió un artículo sobre mí en el que me insultó y yo soy una persona muy sensible. No quiero tener ninguna relación con él. No le daré la mano, se equivocó y, ahora, él hace su vida y yo la mía", explicaba a su manera el vehemente técnico vasco. "Los protagonistas son los jugadores y nosotros estamos en un segundo plano", había comentado Míchel antes de conocer las declaraciones de Clemente.

Javier Clemente siempre ha demostrado más aprecio por los jugadores de corte aguerrido y voluntarioso que por aquellos cuyas virtudes se asociaban más a la sutileza y elegancia. Siempre sospechó de Michel. Sobre todo desde aquella tarde del verano del 89 en el Bernabéu. Ese día el Real Madrid derrotó 3-0 al Espanyol de Clemente y cantó el alirón de su 24ª Liga. Entre goles y festejos, una anécdota marcó el partido. Michel se marchó del terreno de juego en pleno partido ante los reiterados silbidos de su público. Clemente asistió al arrebato desde el banquillo visitante y lo guardó en su archivo como refrendo a su teoría: el sudor como primer mandamiento.

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