Canadá-Estados Unidos, la final soñada
Los anfitriones tendrán la oportunidad de revancha en el hockey sobre hielo al repetirse mañana su choque de cuartos
La final soñada y con oportunidad de revancha. No se podrá pedir más. La cadena MSNBC tuvo el pasado domingo 16 millones de espectadores a ambos lados de la frontera cuando Estados Unidos le dio a los anfitriones un disgusto morrocotudo. Una semana después se repetirá el gran partido de hockey sobre hielo. Los estadounidenses, no obstante, siguen imparables y favoritos. En las semifinales de ayer, golearon a Finlandia, plata en Turín, como si fuera un juguete, mientras Canadá pasó al final muchos apuros ante Eslovaquia.
Pero el equipo local disputará el ansiado oro, algo que no pudo ganar ayer el equipo de curling femenino, derrotado horas antes. Suecia, de nuevo se llevó el título olímpico, como en Turín hace cuatro años, en un encuentro apretadísimo. Tanto, que las nórdicas ganaron por 7-6 en la prórroga. La capitana canadiense lamentará siempre su error al permitir con un fallo el empate cuando su equipo ganaba por 6-4 en la última manga. Después tampoco pudo empujar más que una de las dos piedras rivales fuera del círculo central que da los puntos. La que se quedó dio la victoria a Suecia.
Fue la primera gran final de deportes nacionales perdida por Canadá, que hubiera redondeado una jornada espléndida. Pero nno puede quejarse porque está triunfando sobradamente en sus Juegos. Antes de empezar ya hubiera firmado ir tercero en número de medallas, 21, sólo por detrás de los gigantes Estados Unidos, 34, y Alemania, 27. Y mucho más que manda en lo más llamativo, las de oro. Las dos conseguidas a última hora de la noche en el patinaje de pista corta le permitieron subir a 10, frente a nueve de Alemania y ocho de Estados Unidos y Noruega, el país con más medallas en la historia invernal, y que en Vancouver lleva 20 en total tras haber superado por primera vez los 100 títulos.
Canadá, que no había ganado ni un oro en sus dos Juegos organizados antes, no puede pedir más.
Demolición
Estados Unidos arrasó a Finlandia en el hockey "NHL", en apenas 12 minutos. Fue un primer periodo humillante. Los correctos finlandeses no se lo creían. A los dos minutos marcó Malone (Tampa Bay Lightning); a los 6, Parise (New Jersey Devils); a los 8, Johnson (Los Angeles Kings) y a los 10, Kane (Chicago Blackhawks). Los fallos defensivos y la presión estadounidense, con una rapidez en las combinaciones y facilidad en el tiro formidables estaban haciendo una demolición.
El portero Kiprusoff, que juega en la vecina provincia de Alberta, en los Calgary Flames, tuvo que ser sustituido. Había sido el culpable, además, de dos de los goles. Pero no iba a ser la solución. La hemorragia continuó inmediatamente y a Backstrom (Minnesota Wild), le metieron dos minutos después los dos últimos goles en 15 segundos. Fueron de Kane, otra vez y de Stastny (Colorado Avalanche).
Un huracán que amainó porque ya no hacía falta y era mejor reservar fuerzas para la final. La efectivad había sido extraordinaria. Trece tiros con el "puck", la pastilla, y seis tantos en ese periodo de fusilamiento. Finlandia marcó el suyo del honor a falta de cinco minutos.
Canadá, que jugó más tarde, se puso también pronto con un 2-0 en el marcador, marcó el 3-0 en el segundo periodo, pero Eslovaquia, siempre peligrosa como en todo el torneo, el mejor de su historia, se puso 3-2 con dos goles en los minutos 11 y 15. Los últimos cinco fueron angustiosos para los anfitriones para evitar la prórroga o la lotería de los penaltis. Pero resistieron. Como están haciendo en todos los Juegos, incluido el infernal dia de ayer. Al menos, ellos estaban bajo techo.
Embarazada y caída
La holandesa Nocolien Sauerbriej era la gran favorita del eslalon gigante paralelo que cierra el snowboard y que se disputa por parejas. Dejó los pronósticos perfectos. En unas condiciones casi imposibles, con lluvia y niebla, es decir, con una nieve horrorosa y una visibilidad reducida, había sido la mejor en la temporada y lo demostró en el gran momento.
La alemana Amelie Kober, la gran dominadora en la campaña 2008-2009, aspiraba al podio lo mismo que intenta ser jefe de policía en su país. Y compitió embarazada. Como no pudo meterse en la lucha por las medallas no salió ya para disputar el séptimo y octavo puesto. Ni su estado ni el del tiempo lo aconsejaban.
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