El Deportivo aún se busca

Dubitativo y en plena reconstrucción tras una despiadada sucesión de lesiones, el Deportivo padece incluso en las situaciones más favorables. Tampoco es que pasara un mal rato ante el Xerez, quizás el peor equipo que ha pasado en años por Riazor, pero lo mantuvo vivo hasta el final . Poco importó que a los seis minutos ya hubiesen marcado Guardado y Riki o que el rival evidenciara su condición de colista. Lotina acabó inquieto en el banquillo y la grada enfadada por el lamentable espectáculo de la última media hora, justo cuando los dos goleadores, los únicos futbolistas que ofrecieron un plus de verticalidad y talento, ya no estaban sobre el césped. Tan romo fue el Xerez, tan poco mostró, que incluso en el descuento, con el signo del partido aún en disputa, los ultras locales decidieron que era el momento de regalar los oídos a los treinta colegas que se habían desplazado desde la provincia gaditana y gritar que Jerez es de Primera.

En fútbol es previsible que deje de serlo porque no parece que el Pipo Gorosito vaya a reactivar a un equipo que no cayó en la tentación de la pelota larga, pero tampoco supo darle velocidad.

La prudencia no suele ser mala aliada de los recién llegados, pero Gorosito, el técnico del Xerez, alzó la voz el jueves para decir que su equipo tiene potencial para estar entre los ocho primeros y señalar al Villarreal como referente a medio plazo. Respetado por su pasado como futbolista estiloso, sella una irregular carrera en los banquillos. Igual ayer se percató de que una cosa es predicar y otra diferente dar trigo y por ahora en Chapín el granero está vacío. Gorosito tiene todavía mucho que conocer en su nuevo destino. Por ejemplo a Pérez Lasa, que se marcó un sprint de cuarenta metros para enseñarle el camino del vestuario por deslenguado, lo que son las cosas. Se había desahogado con el cuarto árbitro, pero en realidad los culpables no llevaban silbato. Los jugadores del Xerez defendieron como cadetes una falta lateral que acabó con el previsible centro al segundo palo para que rematase Colotto. Moreno le agarró sin disimulo y el penalti lo transformó Guardado. Cinco minutos después Giodia abrió una autopista para que Riki encarara a Renan y marcara.

Era un buen escenario para que el equipo de Lotina recobrara sensaciones perdidas, para que Laure creciera por la izquierda y los jugadores que salen de lesiones ganaran confianza, pero todo derivó en siesta y el relajo. La de los dos equipos porque el Xerez recibió los dos goles sin cambiar el paso, sin capacidad para romper y llegar al área. Marcó antes del descanso y ya tuvo mérito conseguirlo con tan poco. Ni siquiera amagó con lograr el empate por más que el Deportivo fuera a menos, tanto que Lotina acabó disgustado. Porque Riki volvió a romperse una vez más y porque no le gusta lo que ve. "Tenemos que volver a recuperar nuestro fútbol", clamó al final. E incluso lo exigió porque el equipo ya ha asegurado la permanencia y nadie le demanda picar más alto a nivel clasificatorio, ni siquiera consolidar su actual posición en Europa. "Si no conseguimos volver a jugar al fútbol es para pegarse un tiro".

Dos goles en seis minutos