"La Copa se juega en Barakaldo"

El alcalde de Barakaldo, el socialista Tontxu Rodríguez, reivindicó ayer que la Copa del Rey de baloncesto "se celebra en Barakaldo, y no en Bilbao" y criticó a los organizadores del campeonato porque "han ninguneado al Ayuntamiento de la ciudad que acoge la final", que le supondrá al Consistorio fabril un coste de 90.000 euros. En su intervención en la inauguración de las III Jornadas de Violencia de Género que se celebran en la localidad fabril, Rodríguez recordó que se va a celebrar en Barakaldo la Copa del Rey de Baloncesto, "un evento deportivo en primer nivel en el mundo de la canasta que se va a celebrar en el Pabellón Arena, dentro del mayor espacio expositor de la cornisa cantábrica, en el BEC de Barakaldo".

"Y digo que espero que se celebre en Barakaldo, porque, allá por donde miro, cualquier noticia que oigo e, incluso, en la propia publicidad del evento, se habla de Bilbao 2010", censuró. Además, precisó que su pretensión no es que su crítica se entienda "como un ataque de provincianismo, y mucho menos de aldeanismo": "Yo creo, defiendo y propongo el Bilbao metropolitano, pero al pan, pan y al vino, vino". "La Copa del Rey se juega en Barakaldo y así lo reivindico", insistió, para asegurar que se siente "indignado y molesto con los organizadores del campeonato, con todos, ya que, han ninguneado al Ayuntamiento de la ciudad que acoge la final". "Los patrocinadores son los que son, los que se llevan el beneficio económico, pero quien acoge la Copa es Barakaldo, que es quien acoge los problemas urbanos que trae la Copa y los soporta y quienes sufren los problemas y perjuicios son los ciudadanos baracaldeses", insistió.

Por otro lado, aseguró que Barakaldo "no ha sido invitado a ninguna reunión de coordinación de los organizadores, tan sólo una conversación a título personal y por amistad con el director de Turismo de la Diputación Foral de Bizkaia y una conversación telefónica con el presidente de la ACB, sobre el protocolo de la final". En ese sentido, explicó que "como baracaldés y como alcalde, por responsabilidad", ha esperado "hasta el último día". "Pero ya no queda más remedio y debo denunciar el lamentable trato que se ha dado a Barakaldo, como ciudad, y a los baracaldeses, como acogedores de las miles de personas que durante cuatro días van a llegar a Barakaldo".