El luge roza la tragedia en la despedida

El luge estuvo marcado hasta su despedida. Los veteranos primos austriacos Tobias, de 36 años, militar, y Markus Schiegl, de 34, policía, con larga experiencia internacional y dos cuartos puestos en los Juegos de Nagano 98 y Turín 2006, rozaron la tragedia en la última competición del luge doble. Perdieron el control en la misma curva que el georgiano Nodar Kumaritashvili, fallecido el pasado viernes. La gran diferencia fue que chocaron contra la pared construida para tapar los pilares del techo de la pista, contra uno de los cuales se estrelló Kumaritashvili.

Fue en la primera manga y su sueño de subir al fin a un podio olímpico, se esfumó. Formaban el segundo equipo de Austria y cayeron hasta el octavo puesto, del que no salieron. Pero salvaron la vida. No llegaron a volcar, pero perdieron las protecciones y de no haber sido por el muro, a la altura que chocaron habrían superado el anterior. Las caras de los aficionados y de los técnicos palidecieron. El recuerdo de lo ocurrido sólo seis días antes planeó por el Sliding Center de Whistler y por todos los que vieron las imágenes.

Según decidieron los expertos de la federación internacional (FIL), la pista no tenía ninguna anomalía, pero tras la muerte de Kumaritashvili se construyó un muro de ptrotección, y las salidas se bajaron. La de hombres hasta la de las mujeres y la de éstas, como la del doble, hasta la de los júniors. El secretario general de la FIL, el estadounidense Svein Romstad, declaró: "Bajar la salida no significa que reconozcamos que la pista sea demasiado rápida, sino que tenemos en cuenta la repercusión que ha tenido el accidente". Incluso se cerraron las investigaciones judiciales y policiales por la tragedia.

Pero la pista siguió siendo rápida, aunque 10 kilómetros por hora más lenta, y la última curva se ha cuestionado hasta el final. Al cambiarse las distancias, las quejas se sucedieron porque los entrenamientos ya no valían igual y algunos quisieron arriesgar más.

El fallo de los Schiegl lo compensaron sobradamente en una competición final muy familiar. El primer equipo austriaco, formado por los hermanos Linger, Andreas, de 28 y Wolfgang, de 27, ambos militares, volvieron a ganar el título como hace cuatro años en Turín. Era el día de los bicampeones. Y los letones Sics, también hermanos, Juris, de 26, y Andris de 24, dejaron sólo el bronce al primer equipo alemán, de Alexander Resch y Patric Leitner, que remontaron hasta el podio en una sola bajada desde un mal quinto puesto en la primera manga. Algo inusual, muy raro. Como fue todo el luge de los Juegos, que deja paso al skeleton y erl debut del español Ander Mirambell.