El esfuerzo llevado al límite

Su melena rubia y sus ojos azules le confieren un aire nórdico, pero al oírle hablar, su acento, marcadamente catalán, le delata. Laura Orgue nació hace 23 años en Igualada (Barcelona). Pese a su proyección como jugadora de baloncesto, su contacto con la nieve desde muy pequeña le hizo decantarse por el esquí. "Me llamaban mucho la atención los deportes de montaña, así que decidí dejar las canchas".

Afable y sonriente, Laura será la única representante femenina del fondo español en Vancouver. No obstante, para ella no será una experiencia nueva participar en unos Juegos Olímpicos, ya que compitió en los de Turín 2006. En aquella cita, acusó en exceso su juventud y concluyó antepenúltima en las dos pruebas que disputó. "Era demasado joven para participar en una competición de esa envergadura", apunta.

Ahora, afronta otro desafío en Vancouver, en donde espera obtener unos buenos resultados. Horas de entrenamiento no le faltan. Pese a no dejar de lado sus estudios de Derecho, la catalana se ha preparado exaustivamente con duras sesiones de gimnasio y puliendo su técnica sobre los esquís. Laura disputará tres pruebas en Vancouver, las de 10, 15 y 30 kilómetros, la más exigente. "Es un mundo aparte", asegura. El subcampeonato de Europa y la medalla de bronce en el Mundial sub'23 le avalan.