Treinta años, treinta finales...y un nuevo título

Dos días después de cumplir los 30 años, Juan Carlos Ferrero jugó la final número 30 de su extensa carrera y cerró el círculo mágico de números con un título: esta noche se ha impuesto por 6-1 y 6-0 al polaco Lukasz Kubot en la final del Abierto de Brasil, un triunfo que le dejará el lunes, cuando se publique la nueva clasificación de la ATP, coqueteando con volver a estar entre los 20 mejores del mundo. Para Ferrero eso supone un giro radical: hace un año estaba fuera de los 100 mejores del planeta y ya sólo trascendía por su condición de ex número uno del mundo. Ahora vuelve a contar y a pesar en el circuito, como demuestra su magnífico papel en la Copa Davis 2009 y su título de hoy, el decimotercero de su carrera.

El valenciano, que tiene una casa de verano bien cerquita del torneo, busca volver a la cima de su deporte por la vía contraria a la de las grandes estrellas. Lejos del dinero, de los focos y de los torneos de cemento bajo techo que ahora se disputan en Europa y el próximo oriente, Ferrero ha apostado de nuevo este curso por la gira de tierra suramericana, el mejor escenario en el que exprimir la derecha demoledora y los pulmones incansables que le llevaron a lo más alto. Hoy ha avanzado un escalón más. Título en Costa do Sauipe, el décimo para él sobre arcilla y 75.700 dólares que sumar a la cartera.