Paul De La Cuesta: "Voy a disfrutar a tope de mis primeros Juegos Olímpicos"

El deporte vasco tendrá un único representante en los Juegos Olímpicos de invierno, que comenzarán mañana en Vancouver (Canadá). Se trata del esquiador guipuzcoano Paul de la Cuesta, que recoge el testigo olímpico de otros deportistas como la vizcaína Ainhoa Ibarra, que participó en cuatro olimpiadas (Calgary 1988, Albertville 1992, Lillehamer 1994 y Nagano 1998), la donostiarra Silvia del Rincón (Albertville 1992) y el tolosarra Aritz Zunzunegui (Nagano en 1998 y Salt Lake 2002 en esquí de fondo).

El esquí alpino es la modalidad reina de los Juegos Olímpicos de Invierno. En el equipo español figuran junto a De la Cuesta, la veterana María José Rienda, Carolina Ruiz y Ferrán Terra.

"No voy a conseguir el podio, pero quiero aprender para estar arriba en el futuro"

Pregunta. ¿Cómo afronta su inminente cita en Vancouver?

Respuesta. Estoy encantado. Es una experiencia increíble acudir a los Juegos Olímpicos. Intentaré dar el cien por cien de mí para hacer el mejor papel posible. La verdad es que tengo ganas de estar allí, vivir el ambiente y competir en unos Juegos en los que no he estado nunca. Poder participar es un sueño hecho realidad. Este era el gran objetivo de la temporada. Voy a disfrutarlo a tope.

P. Es un buen momento para recordar sus inicios en el esquí.

R. Empecé con mis padres muy pequeño, a los tres años. Me llevaban a Baqueira Beret. Ahí comenzó mi ilusión. Luego he podido seguir una proyección bastante buena que me ha llevado hasta aquí. Desde los 15 años hasta los 21 he estado con el equipo nacional, pero todavía hay mucho que mejorar y apretar, sin relajarse en ningún momento para dar lo máximo.

P. ¿Cuál es su estado de forma de cara a los Juegos Olímpicos?

R. Llego bien. He competido en varias pruebas de la Copa del Mundo y estoy contento con la experiencia que he adquirido. Esto es una progresión que hay que mirar a largo plazo para estar dentro de unos años codeándome entre los 15 primeros clasificados.

P. ¿Qué objetivo se marca?

R. El principal es coger experiencia. La mayoría de los esquiadores que lideran el circuito tienen entre 26 y 35 años. Hay que coger esa experiencia que ellos ya tienen en este momento y tirar para adelante. Hay que ser realista: No voy a conseguir un podio, pero quiero aprender para estar arriba en las próximas carreras.

P. ¿En qué pruebas va a competir?

R. En descenso, slalom supergigante y gigante y también espero competir en combinada, aunque en esta última hay que confirmarlo con los entrenadores. Son pruebas para disfrutar y dar lo máximo. Habrá mucha rivalidad, pero yo me encuentro más cómodo en las pruebas de gigante y supergigante.

P. ¿Qué condiciones son necesarias para ser un buen esquiador alpino?

R. Desde pequeño me han gustado las sensaciones fuertes. Soy un amante de la adrenalina pura. Hay que estar preparado bien físicamente, hay que entrenar duro, depurar la técnica, ser sensible. Yo soy un esquiador bastante físico, pero técnicamente no me veo mal. En las carreras de descenso se suelen coger velocidades muy altas. En una prueba en Santa Caterina (Italia) bajé a 150 kilómetros por hora. Pero lo complicado no es ir recto a esa velocidad, sino poder tomar una curva.

P. ¿Serán los italianos, sus grandes ídolos, los rivales más potentes?

R. Del pasado, el mejor fue Alberto Tomba. Fue un fenómeno. Del presente, admiro al gigantista Massimiliano Bardone que ha estado todo el verano entrenándose con nosotros. Me ha ayudado muchísimo y me ha demostrado lo que hay que hacer para llegar al máximo nivel, lo ambicioso que hay que ser. Junto a Bardone, hay otros favoritos como el americano Miller, el suizo Janka y el austríaco Hirscher.

P. En su equipo tiene una gran maestra, María José Rienda.

R. Sí, tengo una muy buena relación con ella. Siempre que pasas por un mal bache ella te ayuda a nivel técnico y psicológico. Ya está recuperada de sus lesiones de rodilla y la veo capacitada para conseguir una medalla en su quinta olimpiada.