Eguren, en el limbo
El uruguayo forzó su cesión del Villarreal al Lazio, que no lo quiere por tener hipertensión
Sebastián Eguren se estará preguntando si le pudo la impaciencia. Tras el partido que el Villarreal disputó en Mestalla ante el Valencia en la penúltima jornada de la primera vuelta del campeonato, y en el que no fue convocado, el uruguayo se convenció de que con Ernesto Valverde en el banquillo, su futuro en el club castellonense estaba oscuro. Con el Mundial de Suráfrica a la vuelta de la esquina y siendo hasta la fecha un fijo en la selección uruguaya, el centrocampista defensivo vio peligrar su participación en el máximo evento en el universo del fútbol. Y forzó su salida de El Madrigal. Encontró un club coqueto que pretendía sus servicios, el Lazio, y una ciudad especial, Roma, para seguir ejerciendo de futbolista.
El Villarreal y el club romano llegaron a un rápido acuerdo. Una venta encubierta como una cesión hasta final de curso. Los castellonenses percibirían una compensación de unos 700.000 euros por un préstamo hasta el 30 de junio. El Lazio pagaría por sus derechos definitivos cuatro millones más en caso de convencerse de la valía del charrúa. Todas las partes quedaban felices. Pero llegó la sorpresa.
Unos días después de formalizar la cesión, cuando Eguren había estado incluso entrenándose a las órdenes del técnico, Davide Ballardini, el club lacial alegó que el jugador, de 29 años, padecía una hipertensión cardiaca. Eguren lo achacó al estrés de la mudanza. Los romanos pretendían deshacer el acuerdo. De hecho, encontraron a su sustituto: Thomas Hitzlsperger, internacional alemán, de 27 años, procedente del Stuttgart; aunque el fichaje aún no es oficial.
El Villarreal entiende que, al menos hasta finalizar la temporada, el problema y la ficha del uruguayo corren a cargo del Lazio. El acuerdo para la cesión del jugador está firmado. Y éste ha quedado totalmente desvinculado de la entidad. No quieren ni oír hablar del tema. Claro que, en el club, dudan de si el Lazio pagará los 700.000 euros acordados.
Eguren se encuentra pues en el limbo, sin equipo y sin licencia para ejercer. Al menos de momento. Y, por si fuera poco, Valverde, su condena, el motivo por el cual forzó su salida del Villarreal, ya no está. El medio uruguayo, que pensaba regresar a España hoy para tratarse de esa hipertensión, ha decidido permanecer en Roma. Y confía en encontrar una solución.
El entorno del jugador, que insiste en que siempre estuvo perfectamente en el Villarreal -el último control se le realizó hace apenas 15 días- cree que el club italiano para tratar de recuperarlo, impondrá al jugador un tratamiento para la tensión arterial.
La salida de Eguren responde también al afán de ahorro y recaudación del Villarreal, necesitado de ingresos. Eso le ha llevado a desprenderse de jugadores poco utilizados. Jonathan Pereira, el primero en marcharse, ha dejado en las arcas amarillas 3,5 millones de euros por su traspaso al Betis. Si bien, el resto de operaciones no han resultado tan exitosas. En el Villarreal pensaron que ingresarían cinco millones por Marco Ruben, delantero del filial. Se relamían con su traspaso al Wigan inglés. Pero con las maletas hechas y el billete en la mano, el club entrenado por el español Roberto Martinez, se echó atrás. Y el Villarreal se quedó sin hacer caja.
Algo parecido le ocurrió al Valencia con la cesión, con opción de compra, del portugués Fernandes al Inter de Milan. Cuando ambas partes daban ya por hecho el acuerdo, el viernes pasado, los italianos alegaron solo un día después que el mediocentro padecía una tendiditis rotuliana. Aquello dio al traste con la operación por la que el Valencia habría ingresado 900.000 euros. El futbolista se entrenó ayer de nuevo con sus compañeros, que volvieron a darle la bienvenida. "Está contrariado, porque se fue con ilusión y ganas de jugar en un equipo que le daba una oportunidad", explicaba Marchena.
El luso, que también salió, al igual que Eguren, en busca de minutos de cara al Mundial, declaró ayer que sólo pensaba en esforzarse a tope "y estar preparado para ayudar al equipo". Ni siquiera quiso atender al interés del Portsmouth inglés, donde podría haber recalado, también cedido. Según el Valencia, está en plenas facultades para jugar ante el Valladolid en la próxima jornada de Liga.
Cazorla, operado
El centrocampista del Villarreal Santi Cazorla fue operado ayer con éxito de la hernia discal que sufría entre las vértebras L4 y L5, que le había impedido rendir al máximo desde el inicio de curso. Aunque la dolencia se le detectó el pasado mes de octubre, la operación se ha realizado ahora pues el asturiano debía estar cerca de un mes de baja por una rotura fibrilar en el aductor.
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