España se despide con una derrota

El último partido supuso la segunda derrota del Europeo de Austria para la selección española. Era un encuentro para los desheredados, un partido que nadie quería jugar, pero que el calendario obligaba a soportar. No había nada en juego y todos los jugadores hubieran preferido tomarse un par de días más de descanso antes de reincorporarse a sus equipos que jugar para el quinto y sexto puesto. Pero ese problema existía para los dos equipos, y Dinamarca lo supo manejar de mejor manera que España. Ganó por 34-27 y relegó a España a la sexta posición, mejor que la novena del último Europeo en Noruega en 2008, pero bastante peor de lo esperado.

Con una defensa en 5-1 poco consistente y con un ataque indefinido, España sólo mantuvo el tono en los 10 primeros minutos. Después, Dinamarca fue marcando el ritmo del partido y fue colocando diferencias en el marcador que alcanzaron los siete goles (22-29) entrada ya la segunda parte. La entrada de Kasper Hvidt en la portería danesa resultó determinante. Todos los lanzadores españoles le conocen a la perfección porque ha jugado en varios equipos de la Liga Asobal y todos saben de su calidad. Psicológicamente, plantea cada lanzamiento como un desafío. Y muchos jugadores sucumben a este duelo. Le ocurrió varias veces a Víctor Tomás, a Malmagro, a Alberto Entrerríos y a Raúl, a Aguinagalde. Y se hizo patente en el lanzamiento de penalties. Incluso Iker Romero, que había fallado dos penalties en todo el campeonato, sufrió: Kasper le paró tres, aunque en dos de ellos, el lateral del Barça pudo recuperar el balón y acabar marcando.

Dinamarca se instaló en ventajas de cinco y seis goles, y España no conseguía remontar. Sólo una vez, en el minuto 15 de la segunda parte, los españoles se colocaron a cuatro goles (20-24, 21-25) y dispusieron de al menos dos balones para situarse a tres. El partido podía abrirse de nuevo para España, pero ni los extremos ni los laterales acertaron. Y el hundimiento posterior fue ya casi total. España acabó el partido sin norte, viendo como los daneses ampliaban su ventaja y la situaban al final en siete goles.

Una mala despedida para una selección española que había perdido sólo un partido en la segunda fase y que no logró entrar en las semifinales a pesar de haber sumado siete puntos. "Moralmente el partido de hoy era muy difícil", señaló José Javier Hombrados. "Creo que España está en el buen camino y que hay que seguir trabajando en la línea que hemos llevado tanto en la preparación como a lo largo de este campeonato". Rivera, por su parte, felicitó a los daneses, pero lamentó que su equipo se viera obligado a disputar este partido. "Ellos han jugado mejor y merecieron la victoria. Pero este partido no tenía sentido. Suponía un riesgo enorme tanto físico como psicológico para los jugadores, que no era necesario correr". Los jugadores españoles partirán esta de Viena en dirección a Barcelona y a Madrid.