Nadal sufre ante Kohlschreiber
El español concede 15 bolas de break y permite sólo tres roturas para llegar a octavos
Rafael Nadal ha ganado por 6-4, 6-2, 2-6 y 7-5 en tercera ronda del Abierto de Australia a Philippe Kohlschreiber, pero lo suyo le ha costado. El alemán, un tenista punzante y talentoso, se ha procurado hasta 15 bolas de break, siete en la peleadísima primera manga. Sólo tres le permitió convertir el español. Una fue en el tercer set, y con ella se marchó la manga. Otra fue en el cuarto, y eso le costó al mallorquín que el partido a punto estuviera de irse al quinto parcial. Nadal se quedó corto en los tiros, estuvo un punto lento de piernas y sudó 3h30m sobre la pista. No fue culpa suya: Kohlschreiber, el número 26, firmó un partido estupendo. Ha sido un encuentro largo y duro. El número dos del mundo, se enfrentará el domingo en octavos contra Ivo Karlovic. Un sacador pondrá a prueba su candidatura a renovar el título del Abierto de Australia.
"Ha sido muy parejo", dijo Rafael Nadal en televisión, ya pasadas las 11 de la noche en Australia. "Cualquier cosa puede pasar con 5-5 en el cuarto. Estoy muy feliz. Me siento bien físicamente. Mañana estaré un poco cansado, pero trabajé mucho en casa y creo que podré sobrevivir"
Con su 1,78, el alemán buscó el partido en la red, donde jugó más de 40 puntos. Fue el suyo un encuentro más que notable: supo jugar rápido y con decisión, no se quiso enredar en el fondo de la pista y ofreció detalles del tenista competitivo por el que se le tiene en el vestuario. Que no dimitiera tras las dos primeras mangas perdidas habla de su ambición. Que estuviera a punto de llevar el partido a la quinta, de su deseo. Kohlschreiber es así: en Wimbledon 2009 fue el hombre que le puso más problemas a Roger Federer hasta la final. Hoy Nadal ha necesitado de todo su arsenal, incluidos los efectivos reveses cortados con los que atrajo a su rival hasta la red.
El español ha sufrido. También ha tenido el mérito de vencer un partido jugado a cara de perro, tenso y peleado, a la altura de un torneo grande. El encuentro se acabó decidiendo en el alambre. Terreno Nadal. Lo decía un cartel en la pista: Rafa Rules. Rafa manda.