La catarsis de la Real
Jokin Aperribay ha cumplido su primer año en la presidencia del club donostiarra.- La entidad recupera prestigio y el equipo ve ahora más cerca su vuelta a Primera
Ya nada es igual en la Real Sociedad, afortunadamente para su futuro. En su primer año como presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay ha liderado la metamorfosis. Quedan atrás doce intensos meses desde su llegada a un club, entonces atribulado. Este empresario donostiarra accedió al cargo el 20 de diciembre de 2008, en medio de la mayor crisis deportiva y económica jamás conocida en la entidad blanquiazul.
Aperribay y su equipo recogió el testigo de su antecesor, Iñaki Badiola, en el transcurso de una Junta General de accionistas, polémica y con incidentes. La Real, dirigida en el banquillo por el tolosarra Juanma Lillo, había derrotado al Salamanca (1-0) y se colocaba en la sexta plaza con 26 puntos, fuera de la zona del ascenso, antes del parón navideño. Un año después, la situación deportiva y económica ha cambiado radicalmente, con un equipo que ilusiona entre sus aficionados y que sueñan con conseguir el ascenso en su tercer intento seguido.
El plan de choque y la reanimación deportiva se unen al éxito que supuso el Centenario
Y es que La Real lidera en solitario la Segunda, con 35 puntos, batiendo récords, con siete victorias consecutivas en Anoeta, y doce semanas en zona de ascenso con un vestuario muy comprometido en volver a Primera.
En esta catarsis de la situación del club donostiarra, en esa vuelta al calcetín, hay una serie de líneas básicas adoptadas por el Consejo de Administración que han permitido orientar y reconducir el panorama hacia un futuro esperanzador.
» Llegada convulsa. El nuevo equipo directivo buscó a su llegada la estabilidad social y la normalidad en las relaciones con las instituciones políticas, financieras y deportivas de la provincia para mejorar la división social. Aperribay huyó del enfrentamiento y apostó por el diálogo.
» Situación económica. Se elaboró un plan de choque y viabilidad para aliviar la tensión de tesorería y lograr la supervivencia del club. Se consiguió un ahorro de 2,1 millones de euros que permitieron atacar el necesario plan de viabilidad.
» Situación deportiva. La directiva realista optó por el cambio en su organigrama con la incorporación de Loren en la dirección deportiva que avaló el fichaje del técnico uruguayo Martín Lasarte en el banquillo en sustitución de Juanma Lillo, que afrontó con mucho esfuerzo y dignidad el proyecto deportivo al que únicamente le faltó la fortuna y la inercia de un equipo ganador. Se optó por la profunda renovación de la plantilla con la llegada de cuatro fichajes: Bueno, Nsue, De la Bella y Jonathan Estrada y la apuesta decidida por dar valor a la cantera realista con las renovaciones de dieciséis jugadores que han ampliado su compromiso con la Real. Entre ellos, las dos últimas joyas de la cantera de Zubieta, Antoine Griezmann, especialmente, y David Zurutuza.
» Prestigio recuperado. La Real recuperó su imagen y su prestigio con la celebración de los actos de su Centenario. El encuentro ante el Real Madrid con sus estrellas galácticas significó una proyección internacional. El recorrido por toda Guipúzcoa involucró a todas sus localidades y clubes potenciando la imagen interior, con la Bandera, la camiseta diseñada y la inauguración del Museo, sus tres principales emblemas en la organización de la efemérides.
» Convenio de acreedores. Tiene la adhesión del 80 % del crédito y la buena respuesta de los diferentes acreedores, principales y ordinarios que invitan a que el próximo día 15 de enero de 2010, el juez Malagón Ruiz dicte una sentencia favorable que garantice el cese de las funciones de los administradores y la salida del club al procedimiento de la Ley Concursal.
Así, la Real, todavía con el susto económico en el cuerpo, mira, en cambio, al nuevo año con optimismo e ilusión, consciente de que todo pasa, a buen seguro, por su ascenso a Primera para acabar de una vez con la pesadilla desde 2007 por aquel descenso en Valencia.
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