Un empate agridulce
La Real suma un valioso punto que le fija en la zona de ascenso
La Real logró un valioso punto en su visita al Carlos Belmonte. Ante el Albacete logró el cuarto empate en la presente temporada que sirve para romper la racha negativa de dos derrotas consecutivas a domicilio y seguir en la zona de ascenso. La Real disputó un flojo partido, despertó a destiempo, en la recta final del segundo periodo, sin poder doblegar al conjunto manchego.
El encuentro comenzó con el dominio del Albacete, dueño de la posesión del balón , ante una Real que no renunció a su estilo de juego, a pesar de las incorporaciones al equipo titular de Riesgo, Elustondo y Sergio. El equipo realista no consiguió intimidar la portería de Notario, sin poder crear claras ocasiones de gol.
ALBACETE 0; REAL SOCIEDAD 0
Albacete: Notario, Tarantino, López Ramos, Alberto, César, Verza, Sousa, Antonio López (Isma, m.90), Altobelli, Belencoso (Batres, m. 75) y Stuani.
Real Sociedad: Riesgo, Estrada, Ansotegi, Mikel González, De la Bella (Labaka, m.46), Elustondo, Aranburu, Xabi Prieto, Sergio, (Bueno, m.71) y Agirretxe (Johnatan, m.80)
Árbitro: Vicente Lizondo Cortés (Colegio valenciano). Amonestó a los locales César, Antonio López, Isma y a los visitantes De la Bella y Aramburu.
5.700 espectadores en el estadio Carlos Belmonte.
El primer periodo fue tedioso, con muchas pérdidas de balón por parte de ambos equipos en el centro del campo, con un juego pausado y sin velocidad. Un centro chut del centrocampista riojano Sergio y un lanzamiento cruzado del argentino Altobelli, fueron las dos únicas acciones ofensivas en ambos conjuntos.
En la reanudación, Lasarte movió el banquillo, con la entrada de Labaka en sustitución De la Bella, que fue objeto de una dura entrada por parte de Altobelli. La Real recuperó el balón, pero sin profundidad cara a la portería rival. El equipo manchego pudo neutralizar la triple conexión entre Griezmann, Xabi Prieto y Agirretxe, que no consiguieron hilvanar jugadas de peligro.
El conjunto blanquiazul empezó a despertar de su letargo, con un primer aviso, un lanzamiento libre directo de Griezmann. El delantero uruguayo, fiel a su estilo de garra y pelea, marró una buena ocasión con un disparo que detuvo Notario. Fue el epílogo a un feo y aburrido encuentro con sabor agridulce.
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