El Rayo castiga la poca ilusión del Athletic
El conjunto madrileño domina el marcador y encarrila la eliminatoria tras ganar 2-0 en casa
El Rayo Vallecano demostró tener más ilusión en pasar de ronda en un encuentro en el que puso intensidad desde el principio para batir por 2-0 al Athletic , que sabedor de que tenía más calidad en algunos puestos confió en que le llegara el gol, pero hoy no fue su día y falló hasta siete ocasiones claras. Con una delantera que daba miedo, Etxeberría-Llorente, el Athletic no fue capaz de traspasar la portería de un Dani que hoy demostró poder disputar la titularidad en Liga a Cobeño y de una defensa franjirroja que no es la habitual en liga.
Los vallecanos tuvieron el balón desde el inicio, pusieron intensidad y con un juego eléctrico, ante un rival que se dejaba, pudieron hacer el fútbol que tanto gusta, rápido, de toque, y con llegadas arriba. Además Susaeta, un cachorro formado en Lezama, tenía ganas de lucirse ante sus ex, y no tardó en demostrar su valía. Una falta a Ángel, en el minuto 6, a unos metros del área era perfectamente ejecutada por el extremo derecho para batir a Armando.
RAYO VALLECANO 2 - ATHLETIC 0
Rayo Vallecano: Dani; Tito, Tena, Salva, Camille; Susaeta (Movilla, min. 77), Rafa García, Ángel, Rubén Reyes (Quero, min. 70); Pachón y Pacheco (Piti, min. 65).
Athletic de Bilbao: Armando; Iraola, Amorebieta, Etxeita, Koikili (Castillo, min. 90); David López (Gabilondo, min. 75), Gurpegui, Orbaiz, Íñigo Pérez (Toquero, min. 55); Etxeberría y Fernando Llorente.
Goles: 1-0, min. 6, Susaeta; 2-0, min. 20, Pachón.
Árbitro: Fernández Borbalán (colegio andaluz). Amonestó Orbaiz, Etxeita y Castillo por parte del conjunto visitante.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la ida de dieciseisavos de final de la Copa del Rey de fútbol, disputado en el estadio Teresa Rivero de Madrid, ante uno 13.000 espectadores.
El tanto en contra fue un duro mazazo para el conjunto vasco que sin terminar de creérselo vio cómo en el minuto 20 una gran jugada en el borde del área dejaba sólo a Pacheco ante el meta bilbaíno, para que el argentino, trastabillado, dejara el balón a su izquierda por donde apareció Pachón para rematar ya sin portero. Con esto, el equipo de Primera se rompió, con la delantera abandonada a su suerte en terreno de nadie, a la espera de rematar algún balón en largo, y el centro del campo luchando sin orden ante unos jugadores rayistas, suplentes habituales, que hoy demostraron mayor entereza.
Así, demostraron destellos de calidad, la que se presupone a un equipo de Primera, que le permitió hasta cinco ocasiones de gol, en jugadas individuales o aprovechando fallos locales, pero con una mira desviada no consiguieron traspasar a Dani. A medida que pasaron los minutos, y se produjeron los cambios, el partido se rompió. El Rayo intentó mantener la uniformidad del equipo, pero el Athletic acumuló gente arriba y abajo, sin suerte, para alegría de una afición local que ya reclama la presencia en Primera de los suyos.
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