Ferrero lanza a España

Juan Carlos Ferrero ha dejado a España a un paso de la final de la Copa Davis: bajo el sol y entre el viento, con los calcetines embadurnados en tierra y la grada disparada al son de las cornetas, el valenciano ha ganado a Dudi Sela, el número uno israelí, por 6-4, 6-2 y 6-0. Sela, atendido en repetidas ocasiones por el fisioterapeuta y quejoso de su antebrazo y su muñeca derecha, mereció un poco más en el partido. De entrada, aguantó las embestidas de Ferrero, que se procuró siete bolas de break en el primer juego del encuentro. Sela las neutralizó a base de reveses paralelos y dejadas, un festival de gestos técnicos brillantes, que le permitió resistir lo que duró la carga del valenciano, 15 minutos seguidos bajo fuego enemigo.

Luego, recuperó un break de desventaja en la segunda manga y consiguió dos bolas de rotura que cambiaban el partido. Ahí terminó todo: Sela acabó saltando por encima de su propio banquillo, a la caza de una contradejada del español, y del esfuerzo, mezclado con la frustración por el objetivo incumplido, nació el correctivo que vendría luego. En la tercera manga, lesionado y atendido a cada cambio con bolsas de hielo, dolidos los brazos, muertas las piernas, se limitó a terminar el partido. Fue una demostración de amor propio y orgullo competitivo.

Tras las victorias de Ferrero y de David Ferrer (ganó 6-1, 6-4 y 6-3 a Harel Levy), España tendrá mañana la oportunidad de cerrar la eliminatoria de semifinales en el partido de dobles, que enfrenta a Tommy Robredo y Feliciano López con Andy Ram y Jonathan Erlich. En la final esperaría Croacia o la República Checa. Si Rafael Nadal y Fernando Verdasco, presentes hoy en el banquillo español, se recuperan, es dudoso que Ferrero acuda a disputar esos partidos. Es un caso curioso: por segunda eliminatoria seguida (ya ocurrió en cuartos contra Alemania), el valenciano ha pasado de no ser convocado a protagonizar el partido decisivo.