No habrá dos campeonatos paralelos
La FOTA acepta la renuncia de Mosley a la reelección, reconoce la autoridad de la FIA y renuncia a organizar su propia competición
Sólo había una manera de conseguir la unidad en la fórmula 1. Y era con la cabeza de Max Mosley, presidente de la Federación Internacional del Automóvil, por delante. Hoy en la asamblea del Consejo Mundial del Automovilismo llegó la paz. Mosley confirmó que no se presentará a la reelección el próximo mes de octubre cuando finalice su mandato, y esa garantía les bastó a los equipos para desencallar el conflicto que sostenían con la FIA y con Bernie Ecclestone y que hubiera podido concluir con la creación de un campeonato paralelo de F-1.
El acuerdo fue anunciado por el propio Mosley después de la reunión. Pero, en realidad, se había alcanzado ya antes de su inicio, cuando Bernie Ecclestone, presidente ejecutivo de la FOM, Max Mosley y Luca Cordero di Montezemolo, presidente de Ferrari y de la FOTA, ambos miembros del Consejo Mundial, se sentaron con la intención de poner punto final a las disputas que sus tres entidades habían estado manteniendo las últimas semanas y a la amenaza de la FOTA de crear su propio campeonato, al margen de la FIA. El acuerdo entre las tres partes comporta que se abandona el proyecto de Mosley de limitar los presupuestos de los equipos a 45 millones de euros anuales, que en 2010 se aplicará el mismo reglamento que en 2009 con ligeras modificaciones, y que los equipos y Ecclestone negociarán un nuevo Acuerdo de la Concordia basado en el de 1998 con evidentes mejoras económicas, que asegurará la supervivencia de la actual estructura de la F-1 hasta 2012. La FOTA se reunirá en Bolonia, pero no será ya para anunciar más novedades sobre su campeonato, sino para que sus miembros reciban información precisa de todos los acuerdos.
La FIA ratificó hoy mismo la misma lista de inscritos para el Mundial 2010 que había comunicado hace dos semanas, pero sin equipos condicionales: Ferrari, McLaren Mercedes, BMW Sauber, Renault, Toyota, Toro Rosso, Red Bulll, Williams, Force India, Brawn GP, Campos Meta, Manor Grand Prix y Team US F1. La presencia de un equipo español está asegurada. Campos se inscribió contando con la colaboración de su socio Dallara para los chasis e incorporando motores Cosworth, como los otros dos nuevos equipos. Sin embargo, Toro Rosso, Red Bull y Brawn GP no han confirmado con qué motores competirán.
Mosley se marchará en octubre con la pírrica victoria de haber logrado que los grandes equipos se comprometan a ayudar técnicamente a las tres escuderías debutantes y con el acuerdo global de ir reduciendo los costes de la F-1 de forma progresiva hasta llegar a las cotas de inicios de los noventa en dos años. Entonces los presupuestos rondaban los 100 millones. Ecclestone salva de esta forma su negocio, aunque sabe que deberá ceder una parte más importante de los derechos comerciales de la F-1 a los equipos. La pretensión de las escuderías es percibir el 70% de los beneficios que generan con su espectáculo. Pero CVC, propietaria de los derechos, quiere preservar su negocio y no estará dispuesta a conceder más del 60%.
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