Gasol disfruta de una celebración gigante
Los Ángeles se viste de amarillo y púrpura para volcarse con los Lakers
La ciudad de Los Ángeles celebró por todo lo alto el 15º título de los Lakers. El Memorial Coliseum se llenó con más de 90.000 espectadores, muchos de ellos llegados al recinto a las seis de la mañana. No querían perderse ni un detalle de la culminación de los festejos. Pau Gasol, el primer español que gana un anillo en la NBA, disfrutó de lo lindo al igual que todos sus compañeros. Se repartieron en varios autobuses y desde las plataformas superiores saludaron a los miles de aficionados que se apostaron a lo largo de las calles que separan la cancha del Staples Center del Memorial Coliseum.
Pau Gasol fue una de las estrellas de la celebración, por supuesto, presidida por la veneración hacia la gran figura del equipo, Kobe Bryant. Los jugadores estuvieron acompañados por sus familias y Pau Gasol, en el autocar, no se separó ni un minuto de su hermano pequeño, Adrià. También le acompañaron sus padres, Marisa y Agustí. La mayoría de jugadores lucieron camisetas blancas con la inscripción "Champions 2009" y una caricatura de todo el equipo. Una vez llegaron al Memorial Coliseum y sobre una tarima en la que instaló el parquet de la cancha del Staples Cente, uno por uno fueron presentados y se dirigieron al público a través de la megafonía del estadio. También estuvieron presentes varios jugadores legendarios del equipo como Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar.
En los discursos, Pau Gasol fue uno de los más animados y expresivos. En inglés agradeció a los aficionados por haber acudido allí y dijo estar orgulloso de pertenecer a la comunidad de Los Ángeles. Hizo también una breve alocución en castellano, en atención a la numerosa comunidad hispana. "Gracias de corazón a todos. Sois los mejores aficionados del mundo". Y de nuevo en inglés dijo: "Con este grupo todo es posible, el entrenador es increíble y yo sólo he intentado cumplir con mi parte del trabajo. Seguimos con hambre y queremos más. Traeremos más trofeos a este maravilloso estadio".
Llegó el turno de Kobe Bryant que durante el recorrido en autobús estuvo acompañado por su esposa Vanesa y sus hijas Natalia Diamante y Giana Marie-Onore. Kobe no paró de extender los cuatro dedos indicando el número de anillos que acumula. Su presentación en el Memorial Coliseum, alrededor de la una del mediodía, marcó el éxtasis de la celebración, que se cerró con todo el público cantando y bailando la célebre canción I Love LA de Randy Newman, que se ha convertido en un himno no oficial del equipo.
Poco antes, el entrenador de los Lakers, Phil Jackson, con una gorra de color amarillo con el número diez en la parte frontal y los años en que los consiguió a ambos lados, seis con los Bulls, y cuatro con los Lakers, exhortó al buen comportamiento de la afición. "Las celebraciones son para construir no para destruir", afirmó recordando lo acontecido el pasado domingo cuando la policía detuvo a 18 personas por actos vandálicos.
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