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LIGA | SPORTING 1 - ATHLETIC 1

Iraola amarga al Sporting

El Athletic iguala en el último minuto con el cuadro de Preciado, que empató por primera vez

El primer empate después de 34 jornadas dejó helado al Sporting. Porque llegó en el minuto 90 y porque puede traer graves consecuencias . Los tres puntos eran de obligado cumplimiento para el equipo gijonés, que los rozó gracias a un gol marca de la casa: centro envenenado de Diego Castro y cabezazo de Bilic. Pero el Athletic, por muy rebajado que estuviera, peleó por un empate que le pone casi a salvo de cualquier susto. Ahora, a pensar en la Copa.

Preciado y sus hombres plantearon un partido a toda presión y a fe, que la tuvieron. Tanta que acabaron fundidos. Se fueron echando pestes contra el árbitro, que ciertamente estuvo calamitoso,pero también deberían hacérselo mirar. Porque sólo con un poco más de fútbol hubiesen llegado sobrados a ese tramo final de partido que resultó frustrante.

Sporting 1 - Athletic 1

Sporting: Cuellar, Sastre, Gerad, Iván Hernández, José Ángel, Michel, Diego Camacho, Carmelo (Luis Morán m 84), Bilic, Diego Castro (Matabuena m 87) y Barral.

Athlétic de Bilbao: Iraizoz, Iraola, Aitor Ocio, Amorebieta, Koikili, Del Olmo (Etxebarria m 62), Goñi (Muñoz m 45), Javi Martínez, Susaeta, Llorente (Vélez m 18) y Toquero.

Goles: 1-0 Bilic (m 60). 1-1 Iraola (m 90)

Árbitro: Teixeira Vitienes. Expulsó con roja directa al segundo entrenador del Sporting, Iñaki Tejada, y mostró tarjetas amarillas a Iván Hernández (m 47), Gerard (m 51), Barral (m 52), Matabuena (m 89)

Incidencias: Lleno en El Molinón. Unos 25.000 espectadores.

Una vez más, Preciado equivocó los términos. Volvió a alinear juntos a Bilic y Barral, dos arietes que no mezclan personal ni futbolísticamente. Salvo en ocasiones muy puntuales, como la temporada pasada en situaciones límites, el tándem no funciona. Y, además, su alineación provoca daños colaterales al equipo, ya que arrincona al jugador más desequilibrante, Carmelo, en la banda derecha. Por eso, el partido se resumió en una carga del Sporting a base de balonazos contra la defensa del Athletic, una delicia para torres como Ocio y Amorebieta.

El primer tiempo se consumió así, sin ningún criterio futbolístico por parte local y el desinterés de un Athletic que a las ausencias obligadas o elegidas añadió pronto la de Llorente, que se marchó a los 19 minutos cojeando por un "bocadillo" en el muslo. No parecía importante, pero la cita de Mestalla está demasiado cerca.

El sustituto de Llorente, Ion Vélez, tuvo la única oportunidad digna de ese nombre antes del descanso, pero se encontró con la bota de Cuéllar, providencial para que su equipo no se fuera temblando al vestuario. A la vuelta sí tembló El Molinón cada vez que Teixeira Vitienes hacía sonar su silbato o dejaba de hacerlo. Todo empezó con un acierto del árbitro, que vio claramente cómo Barral se tiraba en el área buscando un penalti imposible.

A partir de ahí, el cántabro se creció con el castigo. Mandó seguir después de unas manos clarísimas de Amorebieta, desequilibrado en un salto con Barral. Quizá las consideró involuntarias. Tampoco le pareció digno de penalti un agarrón a Barral cuando intentaba cabecear un centro desde la derecha en el primer palo. Los errores arbitrales revolucionaron el partido de tal manera que el Athletic, pese al chispazo de Bilic, se asomó al empate casi sin proponérselo. Un remate sin ángulo de Iraola se fue al poste y un cabezazo de Amorebieta al larguero antes de la traca final. Con el Sporting contando los segundos, Javi Martínez cometió falta sobre Matabuena. El árbitro mandó seguir y la jugada acabó en córner. Y el córner en gol, tan raro como el partido mismo porque ya había entrado el remate previo de Amorebieta. Los jugadores se marcharon clamando contra Teixeira. Y la gente echando pestes y cuentas. Es lo que toca por no hacer antes los deberes.

Los jugadores del Athletic de Bilbao celebran el gol del empate.
Los jugadores del Athletic de Bilbao celebran el gol del empate.EFE

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