Hervelle indulta al Barça
El voluntarismo no le basta al Madrid para desmontar la superioridad azulgrana
No hay nada más frustrante que después de mucho remar, el barco se te hunda a pocos metros de la orilla. Le ocurrió al Madrid frente al Barça , su eterno enemigo, que pese a aparentar una superioridad meridiana, dejó a los blancos la posibilidad de cerrar el partido en la última jugada (76-77, 20 segundos). Ganar partidos en las últimas posesiones no es el fuerte de este Madrid.
Con Bullock en la cancha y Raúl López autor de las dos últimas canastas, se la jugó con un innecesario triple lejano de Hervelle. El balón salió mal rebotado y le llegó a Llull, que a dos metros y de frente al tablero (llamado el tiro del pianista por la sensibilidad que hay que tener) volvió a fallar. La mala decisión privó de recompensa un destacado ejercicio de voluntad de los locales, pues a día de hoy el Barça se encuentra un peldaño por encima, y dos si no juega Felipe Reyes.
Real Madrid 76 - Barcelona 79
Real Madrid: (12+22+24+18): Raúl López (6), Bullock (20), Mumbrú (4), Massey (7) y Van den Spiegel (4), quinteto inicial. Llull (11), Hervelle (10), Winston (9) y Tomas (5),
Barcelona: (24+16+20+19): Lakovic (17), Navarro (7), Barton (8), Ilyasova (14) y Santiago (2), quinteto inicial. Vázquez (13), Andersen (12), Sada (3), Grimau (2), Basile (1) y Trías (0),
Árbitros: De la Maza, Bultó y Martínez Díez. Eliminado Masey.
Incidencias: trigésima primera jornada de la Liga ACB. Palacio de Vistalegre. Cerca del lleno.
Eliminar al Tau y plantarse en la Final a Cuatro de Berlín ha asentado a los azulgrana y su primer cuarto lo confirmó. Se le ve fino, confiado y con la mayoría de jugadores aportando lo que se les supone, una vez que Anderson y Lakovic han sido recuperados para la causa. A base de triples, pues su batería de lanzadores es ilimitada, le sacudió el enésimo parcial escandaloso que encaja el Madrid este año (1-18). Sólo cuando Llull, viendo que a baloncesto ortodoxo no había nada que hacer, le metió otra velocidad al partido, el Madrid comenzó su recuperación.
Fue lenta pero segura, con más brocha gorda que apunte fino, pero suficiente para tener opciones. El Barça fue superior en el lanzamiento, en el rebote, en la profundidad de banquillo, pero nada de eso quebraba la voluntad de los chicos de Plaza, que en esta ocasión no tuvieron que sufrir el habitual tormento Navarro. Con Bullock afinado en el tercer cuarto, en el que libró una bonita batalla con Lakovic, el partido se encaminó hacia una decisión en dos o tres jugadas.
Ahí apareció Fran Vazquez, que machacó dos veces consecutivas otras tantas fallidas entradas a canasta de Navarro, demostrando que su físico no tiene parangón en la Liga. Y Raúl López, que equilibró la balanza. Con la sartén por el mango, el mejor del partido, Lakovic, falló lo inimaginable, dos tiros libres, y dejó al Madrid la última posesión. Seguro que en la pizarra de Plaza no estaba el tiro de Hervelle.
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