Superviviente Kresic

Trotamundos y amante de las pequeñas conquistas del fútbol modesto, Sergio Kresic (Croacia, 1946) es un hombre paciente. El técnico del Numancia, próximo rival en la Liga del Real Madrid, ha demostrado a sus 62 años ser un entrenador táctico y luchador, de los que se mueven bien en las batallas complejas, las luchas épicas y las victorias sufridas. "Entra dentro de nuestro trabajo", predica el técnico del Numancia. Fiel a sus convicciones, al croata le gusta trabajar la estrategia y la salida del balón y se ha convertido en un icono de los equipos pequeños que inician la temporada con un único objetivo: la permanencia. Con alma de superviviente, tras 20 jornadas mantiene a su equipo a tres puntos de la zona de descenso y es el único que puede presumir de haber vencido al Barcelona de Guardiola.

Su experiencia la ha acumulado en sitios bastante dispares. Fue defensa en su país en los años 60, probó suerte con el soccer americano (Cleveland Stockers) pasó por el fútbol belga y acabó en España, donde comienza su vinculación con este país de la mano del Burgos, con el que ascendió a Primera División.

A pesar de los numerosos sitios en los que se desarrolló como jugador, de su etapa de técnico guarda mejores recuerdos, siempre en equipos de poco presupuesto. El Real Burgos, el Marbella, el Mérida, con el que ascendería por primera vez a la máxima categoría, Real Valladolid, Betis, Las Palmas, Mallorca, Recreativo de Huelva, Murcia y esta temporada al Numancia de Soria, han contado con este amante del trabajo concienzudo y organizado. "Mi equipo es disciplinado, ordenado, trabajador y dentro de la plantilla hay un gran ambiente. Está todo bajo control". Esa es su filosofía. De esa forma consiguió que el Mallorca ascendiera en poco tiempo de Tercera División a Segunda A. Y de esta manera trata de mantener al Numancia entre la elite del fútbol español.

Tras encajar una goleada ante el Barça de Guardiola, el Numancia de Kresic se prepara para recibir mañana al Real Madrid. El equipo blanco no se le da especialmente mal en su campo, Los Pajaritos, con una victoria y un empate para cada uno. Con trabajo, todo es posible, se encarga de decirles a sus jugadores. "Yo estoy feliz porque ¿quién pensaba que en la jornada en la que estamos podíamos tener veinte puntos? Debemos sentirnos orgullosos y felices por el equipo. Podemos jugar mejor o peor, pero siempre damos todo en el campo y si seguimos así con humildad llegaremos bien al final".