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FÚTBOL | OPORTO 0 - DÍNAMO 1

Victoria de oro del Dínamo en Portugal

Pese al dominio inicial, el cuadro luso se pierde y termina cediendo en casa

Un Oporto sin alma perdió hoy (0-1) ante un organizado Dinamo de Kiev, en el tercer partido del grupo G de la Liga de Campeones, en el que el conjunto luso pasa al tercer lugar y se aleja de los octavos de final de la máxima competición continental. El Oporto empezó bien, dominando el juego y abriendo el campo con los balones surtidos a los extremos Mariano González y Cristian Rodríguez, que buscaron en sus internadas el olfato goleador del delantero Lisandro López.

Los lusos también se encomendaron al centrocampista Lucho González, quien intentó perforar con sus venenosos pases a la cerrada defensa del Dinamo de Kiev, que estuvo muy concentrada ante las embestidas portistas. Los ucranianos estaban bien plantados en el campo y se permitieron el lujo de lanzar algunos contra ataques peligrosos, protagonizados por el delantero Bangoura, una especie de Drogba, pero de Guinea Conakry.

La letal dupla argentina, compuesta por el medio Lucho y el delantero Lisandro, comenzó a carburar y el segundo, en una jugada de garra, dio un pase al "comandante", cuyo remate murió en el palo tras un rechace del portero del Dinamo. El extremo uruguayo Rodríguez también pidió paso en el frente de ataque del Oporto y asistió a Lucho, quien llegó a sortear al guardameta Bogush, pero se escoró demasiado y perdió ángulo para rematar.

El Dinamo no se sentía agobiado y esperó agazapado su oportunidad, que llegó en el minuto 26 tras ejecutar Aliev una falta que acabó en las redes de Nuno, quien puedo hacer más para evitar el gol. El Oporto, que intentó reaccionar inmediatamente con un disparo de Lisandro que rozó el poste izquierdo del portero del Dinamo, terminó la primera parte sin grandes ocasiones. Sólo un bullicioso Rodríguez ponía la sal ante un pragmático Dinamo que jugó con inteligencia y no pasaba grandes apuros. En el segundo tiempo, el entrenador del Oporto, "el profesor" Jesualdo Ferreira, quiso dar mordiente al ataque y dio paso al potente Hulk, quien salió por el medio defensivo brasileño Fernando, y más tarde al fogoso Tarik, extremo marroquí, por Rodríguez.

El campeón luso lo intentaba con insistencia, pero chocaba una vez y otra contra la robusta muralla ucraniana que no mostraba fisuras y repelía los ataques portistas. El alma de los blanquiazules, Lucho González, desapareció y dejó huérfano al Oporto, que sólo creó oportunidades sin peligro real, como una de Lisandro, tras una elaborada jugada, y otra de Hulk, con un disparo lejano. El bloque ucraniano no se descomponía e imprimió al partido un ritmo cansino, que provocaba los fallos ofensivos del Oporto, que mostró algunas imprecisiones notables.

A los hombres de Jesualdo Ferreira ya sólo les quedaba el corazón, pero no fue suficiente para superar al Dinamo, que se llevó una victoria de oro para clasificarse a los octavos de final de la Liga de Campeones.

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