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LIGA | ATLÉTICO 1 - REAL MADRID 2

El Atlético se entrega al Madrid

Al inicio y al final, el equipo de Aguirre regala dos goles al de Schuster, que se dejó ir pese a su superioridad

El Atlético fue una ruina al inicio y al final, y, entre medias, no tuvo gran chicha. Nada necesitó el Madrid, favorecido por el desastre rojiblanco. Con todo a favor desde el primer soplido, el equipo blanco no supo sellar un partido que tuvo en el puño durante todo el primer acto. Le faltó gallardía y estuvo a punto de pagar el conservadurismo en el trecho final, cuando Agüero y Simao cargaron al equipo en la mochila y al menos lograron el equilibrio. Pero irrumpió Heitinga y atropelló a Drenthe en el descuento como si se tratara de un juvenil. Una pifia monumental que certificó la victoria del Madrid y subrayó la falta de madurez del Atlético, que hizo todo lo posible por rendirse, al principio y al final. Un brindis al Madrid, al que entregó dos goles de forma circense.

FICHA DEL PARTIDO

1 - Atlético de Madrid: Leo Franco; Perea, Ujfalusi (Luis García, m. 70), Heitinga, Pernía (Simao, m. 46); Paulo Assuncao; Banega, Maniche, Raúl García (Antonio López, m. 37); Forlán y Agüero.

2 - Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Cannavaro, Marcelo; De la Red (Javi García, m. 78), Gago, Sneijder (Van der Vaart, m. 67); Higuaín, Raúl (Drenthe, m. 84) y Van Nistelrooy.

Goles: 0-1, m. 1: Van Nistelrooy sorprende a Leo Franco con un disparo desde 30 metros. 1-1, m. 89: Simao, de falta directa. 1-2, m. 93: Higuaín, de penalti.

Árbitro: Carlos Clos Gómez (C. Aragonés). Expulsó con roja directa a Perea (m. 30), en el Atlético, y a Van Nistelrooy, en el Real Madrid (m. 38). Amonestó a los locales Perea (m. 6), Raúl García (m. 36), Assuncao (m. 45) y Heitinga (m. 77) y al visitante Sergio Ramos (m. 85).

Incidencias: partido correspondiente a la séptima jornada de Liga en Primera Divisió, disputado en el estadio Vicente Calderón ante 55.000 espectadores. Lleno. El tenista español Rafael Nadal

presenció el partido desde el palco, según informó el club rojiblanco.

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De entrada, el cuadro de Schuster dominó las dos áreas con una autoridad que retrató las penurias de los rojiblancos, mal entrenados, mal alineados, mal enhebrados y mal dirigidos. Javier Aguirre, el técnico local, encadenó una sucesión de errores que dejó al Atlético a la intemperie. Nada exculpa a un colectivo que concede un gol antes del minuto, máxime si lo ha hecho en la jornada anterior y hace un curso ante el mismo adversario, pero también refleja la incapacidad de un entrenador para mentalizar al vestuario.

Antes del tanto de Van Nistelrooy con Leo Franco aún en el calentamiento, Aguirre tejió una alineación postiza, sin extremos, como es su hábito, y con cuatro centrocampistas con tendencia a gravitar por el centro. Cuando a Perea se le fue la mano y resultó expulsado, al mexicano le dio tal ataque de pánico que parcheó la defensa con un lateral zurdo de corte raso ?Antonio López? como remiendo. Si se hubiera quedado sin un delantero, Aguirre, como tantos de sus colegas, no hubiera corregido el mecano ofensivo.

Minutos después de la puntada del técnico colchonero, Van Nistelrooy siguió el camino de Perea y de nada sirvió el bricolaje del entrenador local. Para entonces, el Madrid, sin estridencias, llevaba ventaja en el marcador, había rematado al larguero por medio de Sneijder, le habían birlado un gol legal a Van Nistelrooy y anulado otro a Raúl por un flequillo en fuera de juego. Sin guión alguno, nada había ofrecido el Atlético, con una tiritona defensiva, mal maquillado en el medio y con Forlán aún herido tras un mes lastimado.

A los pies de Agüero, el Atlético no entró en el partido hasta que lo hizo Simao, que dio la lata a Sergio Ramos, agitó el duelo y activó al Kun, una pésima señal para el Madrid, que no había sabido bajar la persiana cuando el Atlético le había hecho el paseíllo, es decir, durante todo el primer tramo. Al Madrid, cuando tuvo el gobierno, le sobró adrenalina y le faltó temple. La defensa del Manzanares era de trapo, pero al Madrid le faltó precisión. Sin Van Nistelrooy y con Higuaín orillado, se quedó sin picante, con Sneijder y De la Red sin remar hacia el balcón de Leo Franco. A Schuster le quedaban argumentos: Saviola o centrar a Higuaín. Una vez más, el alemán le cerró el paso al Pibito, cuyo papel en el Madrid ya ni siquiera es secundario. El caso de Higuaín es otro. Schuster le da más vuelo que la temporada pasada, pero no acaba de dar con su casilla.

A rebufo de Agüero, el Atlético apretó en el segundo periodo. A falta de fútbol, subió el voltaje y encontró una vía interesante, la de Cannavaro, que defendió tan mal como todos los zagueros rojiblancos. Con Pepe al quite, el Madrid resistió hasta el final, incapaz de apuntillar a un rival destartalado y con dificultades para torpedear a Banega, que se adueñó del medio campo ante la pasividad de Gago y De la Red, fuera de foco. De cara a Casillas y con el Madrid clavado en la trinchera, Simao fijó el empate al transformar un libre directo. Un premio al sacrificio local.

No había tiempo para mucho más, pero el cuadro de Aguirre se descosió de nuevo. Drenthe encaró a Heitinga, un desastre toda la noche, y el holandés le derribó dentro del área. Higuaín no perdonó a los rojiblancos, que se ganaron con creces el castigo. El Madrid pudo pagar su indolencia, pero el Atlético se echó en sus brazos. En realidad, el equipo de Aguirre lo hizo todo: lo malo, lo bueno y lo peor. El Madrid, en la sala de espera, sacó provecho.

Los argentinos Leo Franco y Ever Banega y el portugués Simao Sabrosa, futbolistas del Atlético de Madrid, consideraron "injusta" la derrota (1-2) en el derbi frente al Real Madrid en el estadio Vicente Calderón, en el que advirtieron de que el empate hubiera sido el resultado más normal en ese encuentro. Simao consideró que el empate a uno habría sido el marcador "más justo". La sensación en el vestuario atlético era amarga tras el partido. Leo Franco afirmó que el vestuario estaba "amargado". La misma sensación tenía Banega. "El partido nos ha dejado un sabor amargo", afirmó el argentino.  Vídeo: AGENCIA ATLAS

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