Una pequeña fortuna, el último récord de Bolt
Los tres oros de Pekín disparan la cotización y la popularidad del atleta, que deja muy atrás la de Carl Lewis
Las tres medallas de oro conseguidas por el atleta jamaicano Usain Bolt en Pekín han disparado su cotización desde que terminaron los Juegos. En sólo diez días, el hombre-récord del atletismo mundial ha ingresado más dinero que en toda su carrera anterior, gracias al baño de popularidad en el que se encuentra sumergido, y que le ha embolsado en pocos días una pequeña fortuna que oscila en los 350.000 euros.
Pero no sólo ha aumentado el bolsillo; allí donde va, Bolt despierta una atención mediática inédita hasta ahora. Ni el ex atleta Carl Lewis en sus mejores tiempos consiguió lo que el jamaicano ha logrado desde su tercer récord en Pekín. Tanta expectación ha generado que las 26.000 entradas para la reunión de Zúrich quedaron agotadas una semana antes que Bolt se calzara las botas de tacos para correr en el estadio Letzigrund.
Proporcionalmente, el caché del corredor también se ha disparado, y su contratación ahora se ha encarecido tanto que los organizadores de mítines carecen de presupuesto para reunirle con los otros grandes de la velocidad. En Zúrich, además del fijo de salida, Bolt ingresó 10.000 dólares como campeón olímpico y otros 16.000 por ganar la carrera de 100 metros. Magyar no quiso publicar las cifras exactas pero aseguró que jamás un atleta había cobrado tanto por competir, ni siquiera Carl Lewis, cuya tarifa ascendía a 100.000 dólares en sus buenos tiempos.
En Suiza, donde el patrón de la Weltklasse de Zúrich, Patrick Magyar, aseguró que jamás había visto tanta repercusión por la llegada de un atleta, no estuvieron ni su compatriota Asafa Powell ni Tyson Gay. Este martes, en Lausana, Powell correrá los 100 metros, pero Bolt regresará a los 200. De allí se irá a Bruselas, donde completará la quincena postolímpica de mayor recaudación para un atleta.
No obstante, tal aluvión de dinero ha cogido de improviso a Usain Bolt, que sigue firmando interminables colas de aficionados ansiosos de un autógrafo. Bolt no tiene ordenador personal, no sabe matar el tiempo en los lujosos hoteles donde se hospeda ni conoce los trucos de los atletas para "divertirse" durante las giras. Todavía no le ha dado tiempo a asimilarlo. Aparte de correr (y ganar) el triple medallista tendrá que aprender ahora a esquivar vestíbulos y gestionar la herencia olímpica.
Bolt es el atleta del que más se habla en Internet (lalistaWIP)
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.