Villa invita a soñar
El ariete pulveriza a una digna Rusia con un 'hat trick' en el esperanzador estreno de España
Con Villa en sus filas, España tiene licencia para soñar. Tras una irregular temporada salpicada de problemas físicos y guerras intestinas en su club, El Guaje ha hallado el refugio idóneo en la selección. Lejos del inestable clima que envuelve Mestalla y respaldado por Luis Aragonés, el delantero asturiano demostró ante Rusia que, con permiso de Fernando Torres, puede convertirse en el jugador franquicia del combinado nacional. El ariete del Valencia lideró con un 'hat trick' el contundente triunfo sobre los de Hiddink, que en ningún instante arrojaron la toalla y ofrecieron una digna imagen a pesar de la ausencia de sus dos grandes estrellas, Arshavin y Pogrebnyak. España comenzó de la mejor manera posible su andadura en la cita europea, pero el partido ante Rusia también dejó algunas sombras, como la fragilidad de la retaguardia y la incapacidad para imponerse en determinados instantes a equipos físicamente más poderosos.
David Villa, con la Selección |
El encuentro España-Rusia, minuto a minuto |
España en la Eurocopa |
El inicio del choque fue de alto voltaje. España, cuyo estilo es innegociable, impuso su toque de balón, intentando evitar el cuerpo a cuerpo con la poderosa carrocería de los jugadores rusos. Con el esférico a ras de suelo, el combinado español no tuvo problemas, pero cuando el balón alcanzaba cotas más altas, Rusia imponía sus centímetros. En los primeros compases del partido, Casillas tuvo que hacer uso de sus puños para repeler un envenenado centro de Zhirkov, que cabalgó con cierta soltura por el carril izquierdo durante toda la primera mitad. Pero al margen de las internadas de sus laterales, el equipo de Hiddink ofreció buenos argumentos, demostrando ser algo más que un cuadro rocoso y ratificando el buen estado de salud por el que atraviesa su fútbol, personalizado en el triunfo del Zenit en la UEFA.
Consciente de su inferioridad física, España entregó la pelota a sus hombres del centro del campo. Xavi e Iniesta, bien secundados por Silva en los últimos treinta metros, sincronizaron sus pases con los reiterativos desmarques de Fernando Torres y Villa. El ariete, mucho más entonado que en los partidos de preparación, rubricó una gran faena: bregó contra la fornida defensa rusa, generó muchos espacios y fabricó una dupla de ensueño con El Guaje. Pero ante todo, fue decisivo. Cuando la amenaza rusa progresaba hacia el área de Casillas, Torres dibujó una hermosa arrancada, como las de sus gloriosas tardes en Anfield, para ganar en velocidad a Kolodin y ceder el gol a Villa, que como buen depredador, seguía atento la jugada para ejecutar en el instante preciso.
Resistencia rusa
El tanto no desmontó a Rusia, ni mucho menos. Liberados de toda atadura, los de Hiddink aprovecharon las fisuras de la zaga española para asediar a su rival en la recta final del primer acto. Zyryanov, su hombre más vertical, buscó la asociación con el gigantón Pavlyuchenko, que, recordemos, ya silenció todo un templo como Wembley el pasado mes de abril. Entre ambos pusieron en entredicho a la retaguardia española, excesivamente contemplativa. El primero, con un disparo que besó la base del poste, y el segundo, con dos fogonazos consecutivos que repelieron las prodigiosas manos de Casillas. Pese a la ofensiva, España supo tirar de oficio esta vez y logró abortar a tiempo el levantamiento ruso. Cuando el reloj estaba a punto de señalar el descanso, Iniesta se sacó de la chistera un magnífico pase entre líneas para que Villa, en estado de gracia, superase por debajo de las piernas a Akinfeev.
Con todo perdido, Rusia salió a por todas en el segundo acto. Los de Hiddink, que echaron de menos la referencia de Arshavin y el poderío de Pogrebnyak en la punta de ataque, se volcaron sobre la portería española con escasa fortuna. Mientras, Aragonés introdujo variantes. Sentó a Torres -vacío por el esfuerzo-, Iniesta y Silva, e introdujo a Xabi Alonso, Cazorla y Cesc, que incrementaron el dominio territorial de España. Una superioridad que se plasmó en el tercer gol de Villa, que hizo trizas la cadera de Shirokov con un soberbio recorte para batir a sangre fría al meta ruso. Herida en su orgullo, Rusia insistió hasta el último hálito. Cuando agonizaba el partido, Pavlyuchenko retrató una vez más a los centrales españoles con un cabezazo que maquillaba el electrónico, pero en esta ocasión, España exhibió la voracidad con la que afronta este torneo y respondió con un remate de Cesc a bocajarro.
Todos los detalles del España - Rusia
Ficha del partido
4 - España: Casillas; Sergio Ramos, Puyol, Marchena, Capdevila; Senna; Iniesta (Cazorla, m.63), Xavi, Silva (Xabi Alonso, m.77); Villa y Fernando Torres (Cesc, m.54).
1 - Rusia: Afinkeyev; Anyukov, Shirokov, Kolodin, Zhirkov; Sychev (Bystrov, m.46, Adamov, m.71)), Zirianov, Semak, Semchov (Torbinski, m.57), Bilyaletdinov; y Pavlyuchenko.
Goles: 1-0, m.20: Villa a placer tras pase de Torres. 2-0, m.44: Villa bate por bajo a Akinfeev tras una asistencia al hueco de Iniesta. 3-0, m.75: Villa con la derecha. 3-1, m.86: Pavlyuchenko de cabeza. 4-1, m.90: Cesc de cabeza a placer.
Arbitro: Konrad Plautz (AUT). No mostró ninguna cartulina.
Incidencias: primer partido del Grupo D de la Eurocopa 2008, disputado en el estadio Tivoli Neu, ante la presencia de 28.000 espectadores, la mitad españoles. Presidieron el encuentro los Príncipes de Asturias. Junto a ellos estuvieron en el palco de honor Boris Gryzlov, presidente del Congreso de Rusia, Joseph Blatter, presidente de la FIFA, Jaime Lissavetzki, Secretario de Estado para el Deporte, Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpicoespañol, Angel Villar, presidente de la RFEF, junto a los presidentes de Real Madrid, Atlético de Madrid, Valencia, Villarreal y Racing de Santander.
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