España casi hace grande a Taiwán

España superó, no sin enormes sobresaltos, un partido que se suponía de mero trámite frente a la selección taiwanesa (3-1) y ahora comienza a rogar por un triunfo de Alemania ante Cuba, una de sus escasas posibilidades de seguir soñando con el pasaporte para los Juegos de Pekín. Los internacionales españoles se sobrepusieron, a duras penas, del varapalo sufrido hace menos de veinticuatro horas al perder ante los cubanos en su debut en el preolímpico. En su cita de hoy los hombres de Marcelo Méndez tenían dos objetivos primordiales: batir a Taiwán y encajar el menor número de puntos ya que en caso de empate a partidos ganados, la clasificación se determinará por el coeficiente de puntos.

A lo largo de los dos primeros parciales, el balance del sexteto español -excepto en el apartado de bloqueo,- fue bueno. España fue nítidamente superior a un adversario conformado por jugadores cuya media de edad ronda los 18 años. La impecable labor en ataque de los centrales José Luis Moltó y Julián García-Torres fue lo más destacado de la primera fase del partido, en la que España siempre dispuso de rentas que oscilaron entre los cinco y ocho puntos. Fue en el tercer set cuando los problemas comenzaron a aflorar. Méndez se vio forzado a pedir un tiempo muerto para tratar de atajar cuanto antes el peligro (1-4). Pero la tensión y los nervios fueron en aumento (6-11). Luis Pedro Suela e Ibán Pérez entraron en cancha para reemplazar a Israel Rodríguez y Guillermo Falasca, respectivamente.

El sufrimiento de España (14-17, 19-19, 20-21) no amainó y acabó cediendo el set ante un equipo del que, en teoría, le separa un abismo. España es campeona de Europa y sexta del ránking mundial. Taiwán es trigésima novena y una absoluta desconocida en el concierto internacional. Hasta el ecuador de la cuarta manga (16-12), España no logró deshacerse del empuje de un voluntarioso rival que se desfondó en busca de la que podría haber sido la gran victoria de su trayectoria internacional. Taiwán no cesó de luchar hasta el final (21-19), aunque su esfuerzo resultó en vano (25-20). A partir de ahora, la agonía de los españoles proseguirá ya que su sueño olímpico está en manos de otros. Sólo tras conocer el resultado del choque entre alemanes y antillanos, España podrá saber qué posibilidades le restan.