El Espanyol se despide con una nueva derrota
El Almería golea al equipo catalán
El Espanyol puso un triste punto y final a la temporada en un partido intrascendente y anodino frente al Almería, que tuvo suficiente con tres destellos para llevarse la última victoria del campeonato. Lejos de reivindicarse y de tratar de ofrecer una imagen digna a su fiel afición cansada de tantas fatalidades en los últimos meses de la temporada, el equipo catalán afrontó el encuentro con poca intensidad y sin ningún tipo de competitividad. De nuevo quedó patente la profunda depresión por la que transita el Espanyol.
El Almería, que se presentó en Montjuïc con los deberes cumplidos, tampoco puso mucho de su parte para que el espectáculo fuese más entretenido y se limitó a esperar agazapado en defensa para salir a la contra, aunque tampoco con demasiada intencionalidad. El único que pareció tomarse en serio el choque fue Ernesto Valverde, que frecuentó el área técnica para exigir más intensidad a sus pupilos. No obstante, las consignas y ánimos del entrenador cayeron en saco roto y no tuvieron ningún tipo de efecto en sus futbolistas.
La primera oportunidad clara del partido llegó a falta de dos minutos para el descanso. Negredo recibió un pase del blanquiazul Lacruz, pero Kameni apareció para enmendar el error de su compañero. En la siguiente acción, marcó Felipe Melo de falta. El lanzamiento del centrocampista rebotó en la barrera y sorprendió al camerunés. Tras el intermedio, el conjunto españolista mostró algo más de interés. Por lo menos, se acercó al área de Cobeño y dispuso de alguna oportunidad para marcar. Jonathan Soriano, Torrejón y Coro lo intentaron, pero sus remates fueron demasiado inocentes y no inquietaron al meta visitante. Letal fue la respuesta del Almería. En la primera acción ofensiva bien trenzada por parte de los rojiblancos llegó el segundo gol del encuentro. El ex blanquiazul Crusat encaró a la zaga blanquiazul y, tras combinar con Negredo, batió con mucha clase a Kameni. Los silbidos volvieron a hacer acto de presencia.
El Espanyol reaccionó impulsado por el espíritu de Luis García, implicado hasta el final. El delantero asturiano transformó un penalti cometido por Carlos García a Jonathan Soriano y poco después a punto estuvo de sorprender con un gran remate de falta desde la frontal. El partido se abrió, aunque fueron los españolistas los que más peligro crearon. El equipo de Valverde tiró de casta en los compases y creó bastantes oportunidades de gol, pero se quedó sin el premio del empate. Para más inri, los almerienses consiguieron el tercero en el añadido.
El Espanyol sumó una nueva decepción ante su afición y acabó totalmente hundido después de haber creado grandes ilusiones en la primera vuelta del torneo doméstico. En cambio, el Almería aprobó con creces el curso y se confirmó como una de las sensaciones del campeonato.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.