Los Hawks fuerzan el séptimo partido ante los Celtics
Ambos equipos buscarán el paso a semifinales en el último y definitivo partido
No era lo que los expertos habían pronosticado, pero los Hawks de Atlanta volvieron a ganar a los Celtics de Boston en el sexto partido de la eliminatoria de la Conferencia Este de la NBA y forzaron el séptimo y decisivo partido, que se jugará el próximo domingo.
Los Hawks, con una gran labor de equipo y un triple decisivo del escolta Joe Johnson, se impusieron por 103-100 a los Celtics para empatar a 3-3 la serie, que retorna de nuevo a Boston. Horas antes, los Cavaliers de Cleveland ganaban el sexto partido por 105-88 a los Wizards de Washington y se clasificaban para disputar la semifinal con el vencedor de la eliminatoria entre los Celtics y los Hawks, serie que todos habían pronosticado de barrida fácil para los de Boston por 4-0.
Pero en el campo, los Hawks en su campo del Philips Arena no sólo han dejado en evidencia a las estrellas de los Celtics con el "Big Three" a la cabeza sino que además han hecho mejor baloncesto de equipo. No sucede lo mismo en los tres partidos que han disputado en el Banknorth Garden de Boston, pero tienen todavía la gran oportunidad de cambiar la historia en el séptimo.
De nuevo, el entrenador de los Hawks, Mike Woodson, le ganó la estrategia a Doc Rivers, de los Celtics, con el intercambio de los marcajes al hombre y por zonas que controlaron a las figuras del equipo de Boston, especialmente a Kevin Garnett, Ray Allen y Paul Pierce. Los Hawks también dominaron el juego bajo los aros, sobre todo cometieron 10 faltas personales menos que le iban a permitir anotar 16 puntos más que los conseguidos por los Celtics.
Por si lo anterior no había sido suficiente, la canasta clave cayó del lado de los Hawks cuando el escolta Joe Johnson anotó el único triple del partido para su equipo cuando sólo faltaba un minutos y siete segundos para concluir el partido. Johnson, que no había tenido su mejor inspiración encestadora logró el primero y único triple del partido para los Hawks, que se pusieron con un parcial de 100-95, sin que los Celtics pudiesen ya remontarlo.
El propio Johnson, con 10 segundos por delante, anotaba otros dos tiros de personal para el parcial de 102-98 y el base Mike Bibby, a falta de siete segundos, ponía el definitivo 103-100 al anotar uno de dos tiros de personal después de que Garnett había anotado para los Celtics. El base Rajon Rondo intentó un triple con la bocina final del partido pero falló y ahí comenzó el delirio de los jugadores de los Hawks que habían dado la gran sorpresa de la fase final del empatar una serie que todos le daban no sólo por perdida sino con barrida de 4-0.
El alero Marvin Williams, con 18 puntos, lideró una lista de seis jugadores que anotaron en doble dígitos, entre ellos Bibby, que completó su mejor partido de la serie al conseguir 17 tantos, siete asistencias y seis rebotes. El pívot novato dominicano Al Horford volvió a demostrar lo importante que es el juego de equipo de los Hawks y lo hizo al ser el tercer máximo encestador con 16 puntos, cinco rebotes, cuatro asistencias y puso tres tapones.
Horford, que quedó segundo en la votación para el premio de Novato del Año, una elección más que polémica, jugó 36 minutos para anotar 5 de 10 tiros de campo con 6 de 7 desde la línea de personal. Johnson y el alero reserva Josh Childress aportaron 15 puntos cada uno y el alero Josh Smith llegó a los 11 para ser el sexto jugador en dobles dígitos, mientras que los Hawks tuvieron un 47,8 por ciento de acierto en los tiros de campo, comparado al 46,3 de los Celtics.
Garnett, con 22 puntos, siete rebotes y seis asistencias, fue el líder de los Celtics que también tuvieron la aportación de los 20 tantos que anotó Allen. Pierce se quedó con 17 puntos y el pívot Kendrick Perkins logró 14 tantos para estar perfecto en los tiros a canasta después de anotar 5-5 en los de campo y 4-4 desde la línea de personal.
Sin embargo, el base Rajon Rondo se quedó con sólo ocho puntos después de fallar 10 de 14 tiros de campo y el veterano Sam Cassell no fue factor como reserva al lograr sólo cuatro tantos (2 de 8). Los 20.425 espectadores, que vivieron con euforia la victoria de los Hawks, despidieron a su equipo con los gritos de "seven, seven, seven", en referencia a la hazaña de haber conseguido empatar la eliminatoria, mientras que los jugadores de los Celtics no podían ocultar en sus rostros la imagen de la humillación
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