El Tau no tiene piedad con el Partizán
El equipo vitoriano derrota a los serbios (85-68) y jugará su cuarta 'Final Four' consecutiva
El Tau Cerámica selló su presencia en la 'Final Four' por cuarto año consecutivo tras deshacerse, en el tercer y definitivo encuentro, del Partizán Igokea por 85-68, para sumarse a CSKA Moscú y Montepaschi Siena, que ya tienen asegurada su clasificación, como equipos que estarán en Madrid del 4 al 6 del próximo mes de mayo. El conjunto vasco, que fue incapaz de vencer en Belgrado en el segundo encuentro, era sabedor de la fortaleza que aguarda en su feudo, en el Buesa Arena, capaz de acumular montones de victorias, y esta noche no fue menos. A pesar del comienzo dubitativo, y de un final de tercer cuarto cuestionable por la actitud defensiva, el equipo español acabó por imponerse a un Partizán que ya había llegado demasiado lejos.
Y es que el Tau no se entonó hasta el final del primer cuarto porque empezó sesteando y dando opciones a un Partizán ''enchufado'' con su baluarte, Pekovic, haciendo que los suyos jugaran de forma cómoda teniendo una y otra oportunidad en el rebote. Los de Spahija, además de la presión, no estuvieron acertados en el tiro, sobre todo desde el perímetro. El conjunto vasco insistió desde la línea de 6,25 hasta que Tiago Splitter se puso por medio y comenzó un carrusel de canastas a tabla que dieron otro aire al partido. El seis de siete en tiros de dos del italo-brasileño permitió reducir distancias al Tau, que poco a poco, fue aupándose en el tanteador. Un triple de Teletovic, ya en el segundo asalto, fulminó el periodo de ventajas balcánicas (21-19, min.13). Tripkovic intentó impedir el despegue local, pero era imposible cortarle las alas al Tau, que ya iba directo a Madrid, dirección la 'Final Four'.
Tras el descanso, el Partizán se resistió a morir, y sobre todo, después de haber forzado el tercer partido tras su victoria en Belgrado, de hacerlo de forma calamitosa. Por ello, los de Vujosevic lanzaron absolutamente todo lo que pasó por sus manos con la suerte de encadenar tres canastas seguidas, y ninguna del Tau (58-53, min.29). Pero estos tres minutos en los que los balcánicos se vinieron arriba con el viento a favor, acabaron siendo agua de borrajas porque el Tau Cerámica se encontró con la inspiración de Pete Mickeal, que anotó ocho puntos en un santiamén para dar la tranquilidad al equipo baskonista. Al final, todo acabó como el guión marcó desde un comienzo. Fiesta en el Buesa Arena para celebrar la consolidación de un equipo, que a pesar de cambios en el banquillo, pérdida de jugadores con destino NBA, lesiones terroríficas, ha sabido, una vez más, confirmar su presencia entre los cuatro mejores del viejo continente.
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