La marcha imparable de Houston arrasa Dallas

Ya son 17 las victorias consecutivas de los Rockets, que ganaron con claridad en pista de unos deprimidos Mavericks que siguen complicándose la vida. San Antonio ha encendido definitivamente la trituradora e Indiana fue la víctima en la undécima victoria seguida de un actual campeón que muestra en cada partido su condición de, un año más, equipo a batir. En Chicago, Cavaliers y Bulls se encontraban tras su multitudinario traspaso. Los Bulls ganaron y Noah se reivindicó con 20 rebotes ante Ben Wallace.

Dallas tenía uno de esos partidos que son a la vez un peligro y una oportunidad. Una oportunidad para salir de un momento incómodo (2 derrotas seguidas), para recobrar moral acabando con la racha de su enemigo tejano y de paso ponerle cerco en la clasificación, y una oportunidad, además, para reivindicarse sin su gran estrella Dirk Nowitzki, que cumplía el partido de sanción por su dura falta a Kirilenko.

Pero el peligro era igualmente enorme, tanto que terminó por comerse a la oportunidad. Houston pasó como un cohete por el American Airlines Center (98-113), acumuló su victoria consecutiva número 17, récord de la franquicia y ya una de las importantes en la historia de la liga, y pone de paso más tierra de por medio con respecto a los alicaídos Mavericks, camino ya de doblar su número de derrotas de la pasada temporada regular (41-20 de los Rockets por 39-23 de los Mavericks. Una situación impensable en el ecuador de la competición).

La paliza se fraguó en el segundo tiempo, después de que el primero tuviera la tensión y la igualdad propia de estos duelos (50-52). En el tercer cuarto, Alston y McGrady se combinaron para anotar 24 puntos, más que todos los Mavericks, y el partido quedó visto para sentencia (70-87). El base terminó con 24 puntos y el escolta con 31 y 9 asistencias. Liderazgo contra la baja de Yao Ming, superada también gracias a un Scola que vive su momento más dulce de la temporada (12 puntos, 9 rebotes). En Dallas, sin embargo, muy pocas buenas noticias. Kidd estuvo mediocre (7 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias), Howard mantuvo el tipo (21 puntos, 7 rebotes), y Jason Terry sumó 17 puntos pero ninguno en el segundo tiempo, en pleno naufragio de un equipo que, en lugar de hacia arriba, debe empezar a mirar hacia abajo para asegurar su presencia en playoffs. Warriors y Nuggets aprietan.

San Antonio sigue con su marcha a toda máquina

Once victorias seguidas de los Spurs, que están cumpliendo mejor que nunca con el ideario de Popovich. Los tambores de guerra han comenzado a sonar en la sala de calderas del campeón, intratable, una vez más, desde el parón del All-Star, y con su técnico haciendo lo que mejor sabe: repartir minutos y maximizar el rendimiento de su plantilla con los playoffs como obsesión en el horizonte.

Indiana fue una víctima fácil (108-97) para un equipo que ya inspira otra vez temor y que transmite una confianza infinita en sus posibilidades. Hasta tal punto que dejaron a los Pacers divertirse durante dos cuartos (50-48) en los que los tejanos se limitaron a contrarrestar con el mínimo esfuerzo lo que su rival lograba a base de mucho trabajo e inspiración ofensiva. Popovich fue expulsado en el peor momento de su equipo, y entonces comenzó a generarse el ecosistema que devoró con absoluta naturalidad a los hasta entonces inspirados Granger (22 puntos) o Dunleavy (13).

Al regreso de vestarios, San Antonio destrozó el partido con un parcial de 34-21 en el tercer cuarto. Con la ventaja establecida en torno a los quince puntos, otra vez a dejar correr el partido. Manu Ginobili demostró que sigue en estado de gracia (28 puntos en 28 minutos) y Parker colaboró con 19 puntos y 5 asistencias para permitir a Duncan un día de relax en la oficina (apenas 6 puntos, aunque capturó 12 rebotes). Matt Bonner (15 puntos, 4 rebotes) sirvió como mejor ejemplo de la excelencia colectiva en la que caminan unos Spurs que siguen al mando del Oeste (43-17) y que no se dejan capturar por los Lakers. Indiana (24-38), empieza a despedirse de sus opciones de estar en los playoffs del Este. Las bajas de Tinsley y O'Neal, un lastre demasiado pesado para un equipo con buenas intenciones pero demasiado liviano.

Dulce victoria para los Bulls

Morbo en Chicago en el duelo entre Cavaliers y unos Bulls que, más allá de revanchas personales, apura el paso en su carrera hacia las eliminatorias. Gooden, Wallace, Hughes, Joe Smith...los protagonistas de uno de los traspasos más llamativos del mes de febrero se veían las caras con sus nuevas camisetas. Chicago ganó (107-98), demostró autoridad, y se coloca con 25-36, presionando a Atlanta y New Jersey en su lucha por recuperar el terreno perdido a lo largo de meses demasiado irregulares.

LeBron, tras sus 50 puntos del Madison, volvió a brillar en anotación (39) pero esta vez bajó sus gaurismos en rebotes (3) y asistencias (1). Por el contrario, el partido sirvió de reivindicación para Noah. El novato, ante su ex compañero Ben Wallace, se destapó con 13 puntos y 20 rebotes. Los otros ex Cavaliers también aportaron, especialmente Gooden (12 puntos, 8 rebotes). Hughes también sumó 12 puntos, pero falló ocho de los doce tiros que intentó.