El Valladolid respira a costa de un Murcia hundido
Los pucelanos reaccionan a tiempo y dejan anclado al conjunto de Alcaraz en la última posición de la tabla
El mal partido del Valladolid frente al Murcia se saldó con triunfo de los pucelanos, que se alejan de la zona de descenso y hunden a su rival al fondo de la clasificación. El entrenador grana, Lucas Alcaraz, había dicho que ante el Valladolid se jugaban "más de media permanencia" y consciente además de que podía estar decidiéndose su continuidad en el banquillo, buscó la reacción en su equipo planteando una alineación con cinco cambios con respecto al partido perdido el pasado domingo por 1-0 en Almería.
Álvaro Mejía, Paco Peña, Abel, Rosinei y Baiano entraron en el once en lugar de Ibán Cuadrado, Marañón, De Lucas y Regueiro, estos ni convocados, e Iván Alonso, quien ocupó plaza en el banquillo. Ni por esas el Murcia mejoró su juego. Es cierto que los granas llevaron tímidamente la iniciativa, pero también porque el Valladolid así lo quiso para sorprender al contragolpe. Los de Alcaraz no inquietaron a Asenjo en toda la primera parte; un periodo fue de un juego lamentable pero de máxima efectividad para el Valladolid.
Un disparo lejano de Abel, desviado, fue lo más peligroso que hizo el Murcia en la primera mitad, mientras que el conjunto pucelano sacó provecho de su única llegada al área grana para marcar el 0-1. La defensa local se mostró pasiva permitiendo primero el centro de Álvaro Rubio desde la derecha del ataque visitante, luego el control de Sesma en el interior del área y finalmente el remate de Joseba Llorente a la red.
Era el minuto 41 y desde ese momento y hasta el descanso la Nueva Condomina fue un foro en el que la afición no ocultó sus sensaciones. Pitos y gritos de ''Lucas vete ya'' despidieron otra penosa primera parte para el Murcia. Tras el intermedio, los murcianistas volvieron con nuevos bríos y tuvieron el empate a su alcance en el minuto 46 con un centro chut de Paco Peña que se envenenó y acabó con el balón estrellándose en el larguero.
Esta ocasión animó por unos instantes al equipo y a la parroquia grana, pero la falta de ideas en los jugadores siguió siendo patente. Además, el equipo de José Luis Mendilíbar, ordenado en defensa, estuvo más cerca de la sentencia que su rival de igualar el partido. Un contragolpe culminado por Joseba Llorente en el minuto 65 obligó a intervenir a Notario para mantener todavía viva la llama de la esperanza murcianista.
Otras dos jugadas a la contra, con remates finales de Sesma y Sisi, ambos desviados, incrementaron el enfado de una afición grana resignada al destino de un equipo que parece el del descenso a Segunda División, mientras que el de su entrenador todo apunta a que será la destitución. Un punto sumado en siete jornadas tienen la culpa y la conclusión fue la pañolada y los abucheos a Alcaraz con los que acabó el choque.
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