Turcos y suecos, rivales de España en la Eurocopa, sin puntería
Turquía y Suecia, rivales del conjunto de Luis Aragonés también en las eliminatorias del Mundial de 2010, empatan a cero
Las selecciones de Turquía y Suecia, rivales de España en las eliminatorias del Mundial 2010 y la fase final de la Eurocopa 2008, respectivamente, han firmado tablas en el estadio Ataturk de Estambul en un duelo marcado por la falta de puntería de ambos contendientes, en especial de los locales.
El equipo turco que dirige Fatih Terim fue el que buscó la victoria con más decisión, el que marcó el ritmo del juego durante casi todo el partido y el que dispuso de más y mejores ocasiones de gol. Sólo la poca precisión de los delanteros locales, sobre todo de de Nihat Kahveci, delantero del Villarreal, que desperdició varias oportunidades de marcar, y la notable actuación del cancerbero escandinavo, Andreas Isaksson, impidieron que la balanza se inclinara a favor de Turquía.
La campeona del mundo triunfa con su particular estilo
La selección italiana, con su habitual seriedad y sentido práctico, se aprovechó de un combinado nacional portugués con elementos de calidad pero demasiada alocada tácticamente y se llevó el triunfo en Zurich, por 3-1, en todo un amistoso de lujo jugado en una de las sedes de la próxima Eurocopa'08.
La confrontación entre una Italia actual campeona mundial y un Portugal subcampeón europeo resultó interesante, pues ambas selecciones no se dejaron ir por la circunstancia de que se tratara de un amistoso y buscaron un triunfo de prestigio. Pero evidenció dos concepciones de juego muy diferentes. Portugal buscó con algunos de sus jugadores pretendidos por los clubes "grandes" europeos la belleza y deslumbrar, pero le faltó concretar. Lo contrario que una Italia cínica, práctica, seria, con un mayor sentido táctico y que endosó al rival un castigo mayor de lo esperado a tenor del primer tiempo.
Capello se estrena con triunfo
Hizo falta que llegara Fabio Capello para que Inglaterra reaccionara y derrotara a Suiza por 2-1, en el majestuoso Wembley, en un partido que sirvió para animar a todo un país, que aunque no vio hoy el lado más imaginativo de su equipo nacional, vislumbra ya una nueva cara. Fue el debut oficial del ex técnico madridista al frente de los pross. En un Wembley abarrotado, la aspereza y rigidez que parece haber trasladado el italiano, el "boss" a partir de ahora para los internacionales ingleses, a los británicos, enderezaron a una plantilla que había permanecido arrugada demasiado tiempo.
El ex madridista mantuvo la incógnita sobre su primer once hasta instantes antes de su estreno oficial como seleccionador de Inglaterra para optar finalmente por un David James que no defraudó en la portería, y relegar a Michael Owen al banquillo. Capello despejó el gran dilema con un esquema táctico de 4-5-1, un planteamiento conservador, colocando a Wayne Rooney en la punta y con dos extremos abiertos en David Bentley y Joe Cole, soberbio esta noche. Una apuesta arriesgada. Y que dio sus frutos.
Hubo ingredientes típicos durante el primer acto para una selección que estaba de estreno: el once local hubo de sortear un periodo de adaptación, en el que se limitó a mover la pelota, mucho, a tantear al rival, casi, como apuntara la víspera Rio Ferdinand, como colegiales que se mueven en una nueva escuela. Con timidez.
Por su parte, la Suiza de Jakob Kuehn fue la primera en aproximarse a la meta rival, con un amago de Tranquillo Barnetta, mientras que Inglaterra hacía lo propio en los primeros diez minutos del choque, con disparo de falta a cargo de Bentley y otra internada de Rooney, que se quedó en nada.
Inglaterra tropezó, sin embargo, tras el paso por vestuarios. Los "pross" comenzaron con resbalones el segundo tiempo, que inauguró con torpeza Rooney, al fallar una ocasión clara dentro del área pequeña. Pero en menos de un suspiro, volvieron a temblar los hombres de Kuehn ante la persistencia del atacante del United, que efectuó una vaselina en el minuto 52. Suiza, siempre un paso por detrás de su anfitrión, replicó y niveló el marcador gracias al recién salido Eren Derdiyok, ante el que James no pudo reaccionar. Un júbilo para los helvéticos que fue zanjado de raíz por el suplente Shaun Wright Phillips. El jugador del Chelsea selló su autoridad nada más pisar el campo, tras materializar un pase de Gerrard en el minuto 62.
Inglaterra pudo haber inflado su ventaja en la recta final, en la que Wright-Phillips desaprovechó otra buena ocasión de gol. "Queremos obtener resultados", había advertido el seleccionador italiano la víspera de su bautizo oficial. Inglaterra, hoy, sin ser brillante, logró, al menos, animar hoy a toda una nación, que pone ya sus miras en Suráfrica 2010.
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