El Valencia se despide de Europa
El Valencia se despide de las competiciones europeas tras un partido nefasto que culminó una fase de clasificación muy triste del equipo levantinista. El Chelsea no ganó el partido porque Cañizares estaba inspirado y porque disparó tres veces al palo. Nadie dijo que pasar a los octavos de la Champions fuera fácil, pero la segunda plaza de este grupo parecía asequible para el Valencia. Destrozada toda ilusión por seguir en el torneo en dos partidos pésimos contra el Rosenborg, el equipo de Koeman buscaba un milagro en Stamford Bridge para disputar cuanto menos la UEFA.
El Chelsea salió como un vendaval, atacando sin tregua por tierra, mar y aire. Pizarro, Shevchenko, Lampard,... cada vez era un jugador distinto el que ponía el tembleque en las piernas de Cañizares, que se tuvo que lucir en un par de ocasiones para evitar el primero de los ingleses.
La primera media hora fue de infarto para los seguidores del Valencia, que no sabían cómo su equipo podía mantener el 0-0 con la avalancha de ocasiones en contra que habían sufrido. Además, las noticias que venían de Alemania eran lo peor que podían esperar. Los goles del Schalke se sucedían uno tras otro, lo que hacía imposible el pase a la UEFA y colocaba al Valencia ante una travesía del desierto fuera de Europa, travesía que quizá le venga bien para alejar sus fantasmas, recargar las pilas y pensar en pelear por entrar entre los cuatro primeros.
Bostezos
La única ocasión 'ché' en la primera parte fue un disparo potente de Villa que se colaba por la escuadra. En esa ocasión Cech demostró su capacidad de concentración, ya que tiene que ser muy difícil hacer esa parada después de 45 minutos de inactividad. El delantero asturiano tuvo que retirarse tras el descanso al notar molestias en su tobillo, aunque la lesión no parece muy grave.
La segunda parte fue digna de un partidillo entre amigos, aunque la paradoja era que se esforzaban más los locales, que no se jugaban nada, que los visitantes. Lo único reseñable fue un fallo increíble de Kalou, que tras una magnífica jugada ensayada del Chelsea mandó un disparo al palo cuando tenía toda la portería para él, y un gol anulado al propio Kalou por fuera de juego. Cañizares se erigió de nuevo en salvador de su equipo al despejar sendos tiros de Pizarro y Cole que acabaron estrellándose contra el palo. El de hoy ha sido el mejor partido del manchego desde hace mucho tiempo.
El 'annus horribilis' del Valencia continúa con un nuevo chasco. Ahora sólo quedan las competiciones caseras para intentar levantar el vuelo, porque la imagen del equipo en lo que lleva de temporada no puede empeorar.
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