La policía canadiense detiene a la selección chilena de fútbol por querer saludar a los aficionados
El Gobierno chileno exigirá responsabilidades por la excesiva carga policial contra el combinado tras la derrota contra Argentina
La Policía canadiense ha detenido a los jugadores y el entrenador de la selección chilena de fútbol sub 20 por su reacción cuando subían al autobús que les llevaría al hotel tras perder contra Argentina una de las semifinales del Mundial por tres goles a cero. El diario chileno El Mercurio señala que los jugadores intentaron acercarse a saludar a los hinchas chilenos y los agentes de seguridad les impidieron el paso porque no se trataba de un espacio para los deportistas.
La discusión subió de tono y terminó con varios jugadores arrestados. También dirigentes, como el seleccionador, José Sulantay, y personal del cuerpo médico del equipo fueron encerrados en una habitación del estadio. Según las primeras versiones, los agentes golpearon a dirigentes, jugadores y hasta a los periodistas chilenos, e incluso emplearon un bastón eléctrico para reprimirlos. A uno de los jugadores agredido se le aplicó el bastón en las costillas y cayó al suelo, mientras que otro recibió un chorro de spray cegador.
Al menos nueve jugadores han sido detenidos y conducidos esposados al interior del estadio donde habían jugado contra Argentina, y los agentes han impedido que la prensa hiciera fotos o grabaran los incidentes. El resto de los jugadores que no fue detenido, y que cuando comenzaron los incidentes estaban en la parte superior del autobús, quiso bajar a defender a sus compañeros y también fueron reprimidos con violencia, prosigue el diario.
La Televisión Nacional de Chile ha informado que al menos nueve jugadores chilenos fueron detenidos y esposados por la policía a la salida del estadio de Toronto y que un dirigente que intentó defenderlos fue golpeado "salvajemente" por dos guardias de seguridad, si bien en las últimas conexiones antes de terminar las transmisiones desde Canadá, ha informado que los jugadores han sido liberados y llevados en automóvil a su hotel.
La cifra de detenidos asciende según el portavoz oficial de la FIFA, John Schumacher, quien ha informado que "la policía detuvo a todos los jugadores del equipo chileno (21 en total) para desinflar la situación" y que tras varias horas "se había encontrado una solución. No se han realizado arrestos y todos los jugadores han sido liberados bajo la custodia de la delegación chilena".
Quejas formales del Gobierno chileno
El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alejandro Foxley, ha afirmado que el Gobierno presentará una queja formal ante Canadá por los graves incidentes vividos en el estadio de Toronto y asegura que exigirán "una explicación clara de por qué se produjo esta sobreactuación de la Policía con métodos bastante inusuales en un episodio de esta naturaleza", ha precisado el jefe de la diplomacia chilena.
El periodista Pedro Carcuro de Televisión Nacional de Chile ha señalado: "No sabemos exactamente qué originó la actitud de la Policía pero, desde nuestra posición, unos 50 metros de distancia, pudimos apreciar cómo los agentes atacaron salvajemente a los jugadores". Ha afirmado también que todos los periodistas chilenos pudieron observar cómo le aplicaban bastonazos eléctricos al jugador Isaías Peralta, quien después fue golpeado en el piso mientras permanecía casi inconsciente.
Los guardias de la FIFA intentaton golpear a los periodistas
En declaraciones a Televisión Nacional, el ministro Foxley ha señalado que el cónsul chileno en Toronto se reunirá dentro de las próximas horas con el alcalde de la ciudad para exigir una explicación y eventualmente tener de ellos una seguridad de que este tipo de incidentes "no se va a repetir nunca más". "Nosotros desde mañana en la mañana vamos a estar con nuestros diplomáticos allá siguiendo paso a paso la explicación que se dé y vamos a hacer una queja formal ante las autoridades", ha añadido Foxley.
De acuerdo a las imágenes difundidas por el canal estatal, el vehículo que transportaba a los jugadores tenía los vidrios quebrados, producto de la desesperación de los deportistas por huir del interior del microbús ya que los policías habrían lanzado en su interior al menos una bomba lacrimógena. Las imágenes televisivas también muestran cómo los guardias de seguridad de la FIFA intentaron golpear y desalojar a los periodistas desde un corral donde éstos se habían refugiado y cómo trataban de evitar que los camarógrafos tomaran imágenes.
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