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FÚTBOL | 37ª JORNADA DE LIGA

Tamudo descabalga al Barça

A los azulgrana no les alcanzó una actuación de Messi que evocó nuevamente a Maradona

Si Maradona se bastó para ganar un Mundial, al Barcelona no le alcanzará seguramente con Messi para revalidar el título de Liga. La pulga tiene definitivamente los pies de Diego, como bien sabe el Getafe, y la mano de Dios, tal y como se apreció anoche en el derby del Camp Nou. Ocurre, sin embargo, que el Barça no es Argentina, y cedió en la última jugada un empate que arruinó el eficicio que había edificado a partir de la caída del Madrid en Zaragoza. Empató Van Nistelrooy en La Romareda y al mismo tiempo prácticamente Tamudo descabalgó a los azulgrana del liderato. Los barcelonistas tenían dos partidos en la cabeza y al final perdieron en los dos. Así de caprichoso y polémico es el fútbol.

Aunque ha mantenido la condición de invicto en su estadio desde la salida hasta la meta, la inestabilidad del Barça ha sido tan manifesta durante la temporada que se refleja en cada alineación cantada por Rijkaard, difícil de descifrar futbolísticamente, más comprensible desde el punto de vista emocional. Ausente Ronaldinho por patear a Belenguer en el escroto después que el central le marcara los dos tobillos, al entrenador le dio ayer por recuperar a Gudjohsen, un futbolista la mayoría de veces intrascendente y que ayer partió sorprendentemente como titular en un partido decisivo. Atacaban los azulgrana sin jugadores propiamente de banda mientras los tres pequeños (Xavi, Iniesta y Deco) se repartían la divisoria por la sanción de Edmilson y la poca fiabilidad de Motta y Márquez

Falto de consistencia y mal parado, el Barcelona ni cerraba ni llegaba bien, expueso en cada contra, bien defendido por el linier, convertido en su mejor zaguero, empeñado como estaba en señalar fuera de juego en cada transición blanquiazul. Vertical, directo y ambicioso, el Espanyol elaboraba mejor el juego, lo Pelat tiraba estupendamente la linea de pase y los delanteros recibían la pelota en situación de ventaja. Acababan los espanyolistas las jugadas mientras que los barcelonistas sólo contaban córners, signo inequívoco de su fútbol descabezado, confuso, por no decir barroco y siempre precipitado.

El partido respondía al fin y al cabo a los biorritmos de ambos equipos. Liberado de obligaciones, el Espanyol se encontraba ante una ocasión única para resolver la suerte de la Liga. Nada puede resultar más estimulante para un hincha periquito que eliminar al Barça de la disputa del título con un triunfo en el estadio azulgrana después de un cuarto de siglo de abstinencia. La carambola soñada toda la vida. El gol de Tamudo expresó el optimismo blanquiazul. Aguantó De la Peña el balón hasta que el ariete ganó la espalda de Thuram y Puyol y cuando el capitán estuvo perfilado, el volante le filtró un pase interior preciso y precioso para que Tamudo alcanzara a Marañón como máximo artillero en la historia del Espanyol (111).

Jugaba el Espanyol al espacio,con la elegancia y suavidad de un Rolls Royce, mientras el Barcelona conducía malamente el cuero, como quien enfila una cuesta, demasiado exigido y ansioso, superado por la trascendencia del encuentro, necesitado del triunfo, espantado por una derrota terminal. Así las cosas, los azulgrana se encomendaron exclusivamente a Messi, decidido a seguir los pasos de Maradona hasta el último detalle ni que sea por capítulos para preservar la jeraquía. La pulga gambetea como Diego y tiene también la mano de Dios. Anoche, al ver que no llegaba con la cabeza, palmeó el cuero después de un rechace de Chica y su remate fue tan plástico y armonioso que el árbitro lo dio por bueno, sin enterarse de la infracción, tan convencido de la legalidad de la jugada como el linier, que igualmente se hizo el longuis.

Messi repitió después de la reanudación, habilitado por Deco en una nueva acción punible de acuerdo al criterio del Espanyol. Desquiciado, el equipo de Valverde perdió el sitio en la cancha ante un Barça estimulado por las noticias que llegaban desde la Romareda. Los azulgrana habían recuperado el liderato por la derrota del Madrid. Y entonces se condenaron en un ejercicio que resumió su temporada. Nuevamente se confiaron, a destiempo, a gusto con el marcador de la jornada, y ocurrió que el Madrid empató en La Romareda y, acto seguido, Tamudo firmó el 2-2 en el Camp Nou en una de las reiteradas desatenciones de los azulgrana. El resultado premiaba no sólo al capitán, que superaba el registro de Marañón, sino también el esfuerzo del Espanyol y penalizaba también la especulación del Barcelona. El resultado más cruel para los seguidores azulgrana.

El Barça ha perdido la oportunidad de situarse líder en el minuto 89. A falta de un minuto para el final del partido Tamudo ha marcado el segundo del Espanyol y en su cuenta personal y ha puesto el empate en el marcador. El Madrid ha logrado la igualada también en el minuto 89. Las cosas siguen igual en lo más alto de la clasificación.Vídeo: ELPAIS.com

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