El Desafío toma oxígeno
El barco español vence al New Zealand y sitúa la serie en 4-2 favorable a la embarcación neozelandesa
El Desafío Español prolonga su sueño de mantenerse vivo en la competición tras sumar su segundo triunfo en las semifinales de la Copa Louis Vuitton frente al Emirates Team New Zealand; la otra eliminatoria ha caído del lado del sindicato italiano Luna Rossa, que sentencia la prueba y se proclama primer finalista de la Copa Louis Vuitton.
El equipo español ha sumado todos los ingredientes para ganar, una gran salida, una buena elección del lado del campo de regatas y unas maniobras perfectas, que les llevaron siempre por delante de los neozelandeses, lo que les ha permitido llegar a meta con quince segundos de ventaja y recortar a 4-2 la eliminatoria.
La sexta jornada de las semifinales de la Copa Louis Vuitton ha comenzado con un aplazamiento por falta de viento de media hora. Tras el tiempo de incertidumbre, la intensidad ha sido de entre ocho y diez nudos, que ha subido hasta los trece durante la regata. El caña polaco del Desafío Español, Karol Jablonski, ha defendido bien el lado derecho del campo de regatas y ha realizado una buena salida por el lado del comité y con un nudo más de velocidad del equipo que patronea Dean Barker, que salió por la izquierda.
Ambos barcos navegaban en paralelo, los españoles por la derecha y los neozelandeses por la izquierda a más de ochocientos metros de distancia lateral. El NZL-92 viró en busca de la derecha, lo que hacía suponer que habría más presión por ese lado, que ocupaba el ESP-97, que lideraba los primeros metros de ceñida (contra el viento) con dos esloras de ventaja. En el primer cruce se han igualado y, con velocidades parejas, ambos barcos han luchado por llegar primero a la baliza de barlovento, si bien los españoles han liderado la regata y han pasado por delante en cada cruce.
A la llegada a la primera baliza, el Desafío ha defendido muy bien su ventaja y ha obligado a abrirse al Emirates New Zealand antes de montar la boya, que los españoles han pasado con doce segundos de ventaja tras una maniobra impecable de izada de spinnaker. El ESP-97 ha protagonizado una fantástica progresión durante la empopada (a favor del viento) y poco a poco ha ido extendiendo su ventaja hasta llegar incluso a los cien metros. Pese a la arriada del spi, en la que han perdido un poco de tiempo, la maniobra de montar la boya ha sido perfecta y el Desafío ha sacado trece segundos a los ''kiwis''.
El sindicato español ha ido entonces por delante y a la derecha del campo de regatas. Controlando con viradas de marcaje a su rival, que se acercaba con peligro, ha llegado una maniobra perfecta que les ha dado ocho segundos de ventaja, y ha permitido al Desafío Español afrontar las últimas 3,3 millas del recorrido con esperanzas aunque sin confianzas.
La última empopada ha sido de infarto, con el Desafío por delante y los nervios apoderándose del equipo neozelandés, que de forma poco habitual tuvieron problemas en una maniobra de trasluchada, lo hizo que los españoles arañaran unos metros. El NZL-92 tenía que inventar algo para superar a los españoles porque la velocidad en popa era muy similar pero no lo consiguieron y el Desafío cruzó la meta por delante quince segundos por delante para sumar su segundo histórico triunfo en las semifinales.
Luna Rossa, primer finalista
En la otra semifinal, sin Chris Dickson a bordo, el USA-98 con Sten Mohr a la caña ha protagonizado una igualada salida con el Luna Rossa del australiano James Spithill que, sin embargo, pronto se ha puesto por delante dejando evidencias de las grandes prestaciones del ITA-94.
Más de cinco esloras sacaba ya el Luna Rossa al barco estadounidense en la mitad del primer tramo del recorrido, distancia que le ha permitido llegar a la boya con una cómoda ventaja de más de medio minuto (32 segundos), que les acercaba cada vez más a su sueño de estar en la final de la Copa Louis Vuitton.
El tramo de empopada ha sido plácido para los italianos, controlando las maniobras del barco estadounidense y con unos 150 metros de ventaja ya a mitad de este tramo del recorrido, que les ha llevado a repetir la ventaja de 32 segundos en la baliza de sotavento. El ITA-94 dejó nuevamente en evidencia el gran presupuesto y desarrollo tecnológico del que presume el BMW-Oracle, en cuyos cálculos no entraba despedirse de la competición tan pronto y menos con el 5-1 que le han metido los italianos.
La segunda ceñida como el resto del recorrido de popa no ha tenido más historia que ver la alegría de los italiano al llegar a meta 33 segundos por delante de los estadounidense, que les permite volver a disputar una final de la Copa Louis Vuitton, como hicieron en 2000 en Auckland, donde ganaron para poder disputar la Copa del América.
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