Tragedia griega para un apagado Baskonia

El conjunto helenosiempre estuvo por encima en el marcador ante un Tau desconocido que no ha sabido encontrar el camino de la anotación.

Un rugido suponía el inicio del partido entre el Tau y el Panathinaikos. Como se esperaba, los más de 15.000 espectadores que abarrotaban el pabellón OAKA han presionado desde mucho antes del comienzo del partido y especialmente con la primera canasta, un triple del equipo local.

Obradovic ha aprovechado desde los primeros compases su gran plantilla con varios cambios en las rotaciones para imponer una fuerte defensa y con un Becirovic inspirado que anotaba siete puntos en siete minutos. Por su parte, el Tau no se ha precipitado en ningún momento y a pesar de la intensidad de sus rivales no ha perdido la cara el partido. Para contrarrestar el acierto de Becirovic, House ha demostrado sus facultades de gran defensor (3 robos de balón en el primer período) y Scola ha mostrado a sus marcadores que no se iba a arrugar al conseguir varios rebotes en ataque, aunque ha estado poco acertado en sus pases.

Sin ideas claras

Con el atasco mental del conjunto español en el primer período (9 puntos), el Panathinaikos ha sacado provecho para marcharse arriba en el marcador (18-9) gracias al veterano Alvertis (5 puntos en dos minutos) y con Prigioni ligeramente lesionado tras chocar con una silla al tratar de salvar un balón.

Obradovic, gran estratega, ha maniatado perfectamente el juego de Scola con un carrusel de hombres interiores que han cerrado sus movimientos hacia el aro. Ante esta situación, Maljkovic ha tratado de buscar más las jugadas para Rakocevic, pero sus hombres han desarrollado una circulación del balón excesivamente lenta como para romper el engranaje de una defensa perfectamente organizada.

Primacía de las defensas

Ante las férreas protecciones de ambos equipos, sólo aisladas acciones individuales han permitido encestar a los equipos. Maljkovic ha probado con una defensa en zona, pero los griegos han acabado con ella a base de triples (6 canastas de 12 intentos al descanso). No obstante, el Tau ha encontrado en Zoran Planinic a su salvador, pues el croata ha permitido con sus penetraciones encontrar las primeras canastas del segundo cuarto. Por el contrario, Splitter cometía su tercera falta personal cuando todavía quedaban dos minutos para el descanso y ni siquiera la defensa a toda pista vitoriana ha frenado una hemorragia anotadora de sus rivales que ha llevado a los griegos a ganar de catorce puntos (35-21) en el intermedio.

El tercer cuarto ha sido una continuación de los dos anteriores, con una gran defensa helena y el conjunto español sin encontrar soluciones porque Diamintidis frenaba a Erdogan, Rakocevic no aparecía y Scola se encontraba con un muro en el juego interior de Panathinaikos. Así, se llegaba al último cuarto con ventaja de doce puntos para los locales (47-35) y la sensación de que los griegos no iban a flojear en ningún momento.

Remontada por convicción

Obradovic ha planteado un último período con un ritmo muy lento, pero el Tau ha recurrido a su carácter competitivo para buscar la remontada soñada. De hecho, el técnico del conjunto griego ha tenido que frenar un parcial de 0-10 para el Tau a falta de 4:51 con el equipo español a seis puntos, algo que no ocurría desde el inicio del segundo período.

Pero las dificultades aumentaban para el conjunto baskonista cuando Scola cometía su quinta falta personal a falta de cuatro minutos. Pese a todo, los de Maljkovic han insistido hasta que un triple de Vujanovic ha sentenciado el partido en el último minuto (63-51).

El Tau se queda por tercera vez consecutiva sin ganar la 'Final Four', pero en esta ocasión con la sensación de haber sido inferior a lo largo de todo el partido ante un Panathinaikos que ha superado en todas las facetas al conjunto español.

Batiste (6 rebotes) y Becirovic han anotado 15 puntos cada uno, mientras que por los españoles sólo Erdogan ha sumado dobles dígitos (13 tantos). Por su parte, Scola se ha quedado en 6 puntos y Rakocevic en 4, en un claro reflejo de lo bien estudiado que tenía Obradovic al conjunto español.