Juego nulo
El Racing y el Deportivo empatan a cero en un encuentro aburridísimo
Racing y Deportivo empataron en un encuentro en el que, con muy poco fútbol, las ocasiones estuvieron muy repartidas entre dos equipos más preocupados de no encajar goles que de marcarlos. Apenas cuatro minutos necesitó el Depor para gozar de una inmejorable ocasión propiciada por la pasividad inicial de la defensa cántabra. En la frontal del área Arizmendi tuvo espacio para disparar, pero optó por ceder a Estoyanoff, quien desde el vértice del área golpeó raso y cruzado, para que el balón saliera rozando el poste, sin que Toño hiciera ni siquiera el gesto de tirarse.
La réplica del Racing no se hizo esperar. Primero fue Zigic, en el área chica, quien remató alto; y, luego, Munitis se revolvía entre los centrales deportivistas, para acabar disparando contra un defensa. El Deportivo controlaba el juego y tenía más posesión que el Racing, pero los hombres de Miguel Ángel Portugal imprimían más velocidad y verticalidad a sus acciones, aunque sin llegar a sorprender a la ordenada zaga gallega.
El conjunto gallego encontró en la banda izquierda del Rácing una vía de agua por la que tratar de hundir al conjunto cántabro. Estoyanoff se iba una y otra vez de un Cristian Fernández que tendía a abandonar su posición para irse hacia el centro. Así, el uruguayo hizo dos pases consecutivos para otras tantas ocasiones de gol. Una la desperdició Riki con un remate de cabeza fallido ante el portero local, que sigue remiso a la hora de salir del marco; y, la otra bien rematada por Rodríguez, aunque en esta ocasión sí acertó el meta local, que blocó bien el disparo del centrocampista.
Nada más volver del descanso el Racing se salvó de un gol que parecía cantado. Con Toño como espectador bajo el larguero, Estoyanoff centró al segundo palo, Riki remató y el balón dio en un pie de un defensa para caer en parábola sobre el larguero y de ahí a pies de Rodríguez, cuyo disparo rechazó la defensa sobre la raya de gol. El ex deportivista Pedro Munitis era el que más ganas ponía en el conjunto local, como cuando arrebató el balón a Filipe y centró a Zigic, que remató bien para que el ex racinguista Aouate se luciera, como así se lo reconoció la afición cántabra, que fue muy generosa con el portero israelí, al que recibió con muchos aplausos. En el consiguiente saque de esquina, Aouate se la tragó, pero ahí estaba Sergio para sacarla de cabeza, bajo el larguero. Y, desde entonces al final, sucesión de fallos de unos y otros, sin que se registraran ocasiones de peligro, para acabar con un empate que fue fiel reflejo de lo visto sobre el terreno de juego.
