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Reportaje:LIGA DE CAMPEONES

El Chelsea, menos Chelsea

El Valencia juega mañana los cuartos de final ante el equipo londinense, considerado uno de los conjuntos más fuertes del continente pese a que apenas cuenta con títulos en sus vitrinas

El Valencia jugará los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Chelsea londinense, un club con más de un siglo de vida y uno de los más tradicionales del panorama del fútbol inglés, pero con un palmarés discreto, ya que no ha alcanzado la elite mundial hasta los primeros años del siglo XXI. Prueba de ello es que de los tres títulos de Liga que tiene en sus vitrinas el primero fue conseguido en la campaña 54-55, pero los dos últimos son muy recientes, ya que no volvió a ganar la Premier League inglesa hasta las temporadas 2004-2005 y 2005-2006, justo en la etapa de mayor esplendor económico de la entidad.

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El club fue fundado el 14 de marzo de 1905 en el pub The Rising Sun, todavía ubicado en la calle Fulham Road, en las inmediaciones del estadio de Stamford Bridge, que actualmente tiene capacidad para 42.000 espectadores, aunque tras la Segunda Guerra Mundial acogió en un partido hasta 100.000 personas para presenciar un amistoso entre el Chelsea y el Dynamo de Moscú soviético. Sin que el Chelsea hubiera destacado en lo deportivo llegó la década de los sesenta, en la que en las inmediaciones del estadio se concentró el más importante foco londinense de la música y la moda, en el contexto del movimiento hippie.

Por aquel entonces, el equipo ya había aportado al mundo del fútbol algunos jugadores de prestigio, entre ellos el campeón del Mundo de 1966 Jimmy Greaves, Bobby Tambling o Terry Venables, quien llegó a entrenar en España al FC Barcelona. Se trata de un club que en las islas Británicas no despierta especiales simpatías y que ha contado entre sus incondicionales con gente esnob y de las clases profesionales de la zona de Chelsea, pero también con grupos de seguidores especialmente violentos.

Éstos causaron más de un problema en la peor época de las acciones de los hooligans y mantuvieron conexiones con algunos seguidores pertenecientes a grupos de extrema derecha, lo que llevó al entonces presidente del club, Ken Beates, a pensar en poner una valla eléctrica alrededor del estadio para evitar incidentes. Fue aquella la época en la que la rivalidad del Chelsea con clubes como Millwall y de manera muy especial con el Queens Park Rangers vivió sus etapas más complicadas y violentas.

El revolucionario aterrizaje de Abramovich

Los años setenta y primeros ochenta no fueron precisamente de esplendor para el club londinense, que sólo entró en la senda del éxito a partir de mitad de la década de los noventa del pasado siglo, con Glenn Hoddle en su banquillo. A continuación, ya en los años noventa, llegó la época del holandés Ruud Gullit y la del italiano Gianluca Vialli, entrenadores que dieron renombre al club antes de la revolución total que se produjo a partir de 2003.

Fue entonces cuando la entidad, que acumulaba deudas por un valor de 130 millones de dólares, fue comprada por el magnate ruso Roman Abramovich, el undécimo clasificado en la lista de los personajes más adinerados del mundo según la revista Forbes. Con José Mourinho en el banquillo y un pléyade de jugadores del primer nivel mundial, el Chelsea se ha convertido en un rival prácticamente imbatible, que poco tiene que ver con el equipo comparsa que ha sido durante casi cien años en el panorama del fútbol de su país.

Imagen de un entrenamiento del Chelsea en 1939
Imagen de un entrenamiento del Chelsea en 1939AS

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