Casquero trunca el sueño zaragocista
Los locales remontan un 0-2 en contra en un partido épico con lecciones de elegancia del centrocampista toledano
Un golazo de Javier Casquero, que sirvió para empatar un 0-2 en contra de los madrileños, frenó la ascensión del Zaragoza, que perdió una oportunidad de oro para afianzarse en los puestos que dan derecho a jugar en Europa la próxima temporada.
Ambos equipos saltaron al terreno de juego dormidos, torpes y aburridos. Nadie quería dominar el partido, aunque finalmente fue el Zaragoza quien decidió aportar claridad e ideas al duelo. Con el Getafe agazapado en su área esperando sorprender en algún contragolpe, los hombres de Víctor Fernández se hicieron dueños de la pelota. Sin embargo, este control no garantizaba ocasiones, y la primera no llegó hasta el minuto diez, con un córner envenenado botado por Pablo Aimar que casi sorprende al guardameta getafense. Tras la oportunidad aragonesa, el Getafe tuvo cinco minutos de inspiración gracias a la dirección magistral de Javier Casquero.
Fruto de ese pequeño instante de iluminación pudo abrir el marcador Daniel Güiza. Una gran jugada del jerezano iniciada en la banda izquierda concluyó con un mano a mano delante de César, que evitó el primer tanto de los pupilos de Bernd Schuster. Pero ese pequeño espejismo fue el preludio del gol aragonés. Sergio García recogió un balón en el punto de penalti, se revolvió como una croqueta y mandó el balón a la red. Alexis, futbolista codiciado por Valencia y Real Madrid, sólo pudo hacer la estatua y contemplar el tanto zaragocista.
El Getafe, paralizado por el gol maño, se hundió moralmente. Sólo Manu, recuperado para la causa tras estar un mes lesionado, portaba inquietud en el área de César. Dos disparos alejados del jienense pusieron en jaque al Zaragoza, que dio un segundo zarpazo a diez minutos del final. Una falta sacada por D''Alessandro, y que no supo atajar Abbondanzieri, entro mansamente en la portería madrileña.
Con el 0-2 en contra, el Getafe usó la casta para acortar distancias. Fruto del empuje acortó distancias Manu, el mejor de su equipo, que remató a la red un centro de Paredes. No hubo tiempo para más, y ambos equipos se marcharon al vestuario con la sensación de que el Getafe seguía vivo de milagro. La reanudación trajo cambios en el equipo de Schuster. El alemán arriesgó y puso al delantero letón Maris Verpakovskis en la banda derecha. Cortés, muy gris, se sentó en el banquillo y su posición la ocupó Mario Cotelo. Pese a jugar con tres atacantes, empujó primero el Zaragoza. David Belenguer sacó en la línea de gol un disparo de Sergio García y evitaba la sentencia.
A partir de ese momento, el choque se convirtió en un corre calles. El Getafe no hincaba la rodilla, pero Pablo Aimar, muy inspirado en la dirección de los contragolpes, aportaba inquietud en la parroquia madrileña. Los ''azulones'' no tardaron en devolver el susto de Sergio García, y con un remate de Alexis a la salida de un córner pudo empatar el encuentro.
Entonces apareció Javier Casquero. El toledano dio una lección de clase y elegancia. En el minuto 61 el estadio se quedó mudo. Un control maravilloso el centrocampista a 25 metros de la portería contraria y un posterior zambombazo que alojó en la escuadra de César, sirvió para empatar el partido y comenzar desde cero. El partido adquiría tintes épicos. El Getafe estaba a punto de remontar un 0-2 adverso y se puso manos a la obra. Hasta el pitido final acosó la portería defendida por César. Sumar un sexto partido sin ganar en la Liga era demasiado y los hombres de Schuster intentaron por todos los medios no alcanzar esa cifra negativa. Pudo conseguirlo Güiza, pero falló en la línea de gol.
Poco a poco el partido se fue apagando y sólo Diogo, con un tiro al larguero en el descuento pudo romper las tablas. El pitido final dejó un justo empate dentro del saco de los dos contendientes. El Zaragoza sigue sin ganar en el Coliseum, un estadio maldito para los maños, y perdió la oportunidad de aproximarse a los puestos que dan acceso a la Liga de Campeones.
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