Roma y Lyon firman tablas

Roma y Lyon firmaron las tablas (0-0) al término de un encuentro en el que ninguno de los dos equipos quiso arriesgarse a encajar un gol y dejaron la eliminatoria pendiente de la vuelta en Gerland, lo que otorga una pequeña ventaja a los franceses.

Incapaces de romper las marañas tácticas diseñadas en ambas áreas, los dos equipos se conformaron con intentarlo a balón parado, con disparos largos y en alguna jugada individual que no desembocaron en nada. Las dos escuadras se anularon en una constante presión en el centro del campo no exenta de dureza, que terminó con once jugadores amonestados y más de medio centenar de faltas sancionadas. El empate lo dejó todo pendiente de la vuelta, pero mantuvo inmaculadas las estadísticas de los dos equipos: los romanos sumaron un noveno partido sin perder en su estadio y los franceses siguen invictos en esta edición de la Liga de Campeones.

A falta de que el marcador permitiera sacar conclusiones, el encuentro sirvió para demostrar que el Lyon no es el mismo que el de la primera fase de la competición continental y que el Roma es un hueso duro de roer. Los dos equipos fueron fieles a su estilo, con un Roma que cedió la iniciativa del juego a los franceses, una opción que pudo salirle cara desde los primeros compases, puesto que un disparo lejano de Juninho, desviado por un defensa, se estrelló contra el palo en le minuto 8. Fue un espejismo porque el partido no deparó mucho más peligro. El dominio del Lyon no se tradujo en ocasiones de gol, porque la maraña ofensiva italiana mantuvo a buen recaudo su portería. Los franceses tuvieron que conformarse con disparos largos como el que intentó Govou a los 18 minutos.

Malouda rompió la defensa y se quedó solo ante el brasileño Doni a los 21 minutos, pero cruzó demasiado el balón. El poco peligro llegó en jugadas a balón parado, sin que ninguno de los dos equipos pareciera incómodo con el empate. A la hora de juego el Roma se estiró impulsado por Totti, que presionó y recuperó balones arriba y buscó los desmarques que obligaron a trabajar a la zaga lionesa. Un par de disparos largos a saque de falta fueron las mejores ocasiones, pero Coupet alejó el peligro sin problemas.

La ofensiva romana fue tibia y pronto el Lyon recuperó el control, aunque siguió sin romper el orden defensivo francés, con un Juninho un tanto perdido y Fred muy manso en sus desmarques. La salida de Baros por Fred tampoco cambió el panorama y sólo los arreones de Totti parecieron hacer peligrar un empate que, sin embargo, fue inamovible.